El tratamiento del insomnio crónico es la solución a uno de los grandes problemas de nuestra sociedad, ya que se trata del principal trastorno del sueño que afecta a gran parte de la población.

Según recientes estudios, en torno a un 15% sufre los efectos del insomnio crónico, incrementando hasta el 30% aquellos que padecen insomnio transitorio.

¿Qué es el insomnio crónico?

El insomnio crónico es un fenómeno derivado de un episodio de insomnio transitorio o puntual, cuando este se desarrolla hasta llegar a reproducirse durante largos periodos de meses o, incluso, años.

El origen de un insomnio crónico normalmente está en un episodio de dificultad de sueño situacional, debido a un acontecimiento vital traumático o estresante.

Alcanza el nivel crónico una vez que la persona se preocupa en gran medida por ese problema de sueño y su impacto. Por ello, es clave el nivel de preocupación para determinar si se convertirá o no en un insomnio crónico.

Sufrir reiteradamente pensamientos negativos acerca de la imposibilidad para dormir puede ser el desencadenante de un insomnio crónico, además de una disminución drástica del rendimiento o de alteraciones en el estado de ánimo.

Por ello, el insomnio crónico se puede resumir en el resultado de un bucle psicológico sin salida para aquella persona que lo padece.

Otras de las posibles causas que pueden conducir al insomnio crónico, siempre pasando por los casos puntuales, son cambios constantes en el horario -como en el jet lag de los viajes, que causan problemas en el ritmo circadiano– o la toma de medicamentos entre cuyos efectos se contempla la dificultad para dormir.

Posibles soluciones

El tratamiento del insomnio crónico empieza, principalmente, por el cambio de aquellos factores que han desencadenado este problema, además de los pensamientos negativos que han llevado al paciente a entrar en ese bucle.

Los expertos en materia de higiene del sueño abogan por una reeducación del sueño, con una terapia conductual-cognitiva que cuenta con un éxito comprobado del 70%.

El tratamiento del insomnio crónico busca controlar aquellas causas que potencian la dificultad para conciliar el sueño y regular los horarios.

Algunas de las medidas son las siguientes:

  • No ir a la cama hasta sentir la necesidad de dormir.
  • No ver la televisión, leer o comer en la cama.
  • Evitar comidas copiosas.
  • Dejar un espacio mínimo de una hora entre la última ingesta y el momento de irse a la cama.
  • Reducir el consumo de tabaco y cafeína.
  • Evitar practicar deporte justo antes de acostarse. 
  • Procurar un entorno favorable, con oscuridad, una temperatura estable y sin ruidos.
  • Limitar aquellos medicamentos que pueden incidir en este fenómeno.
  • Sincronizar la rutina horaria con el reloj biológico.

Otro de los métodos para combatir el insomnio es el farmacológico. No obstante, existe cierta preocupación en el sector médico por los índices de automedicación que se dan en estas situaciones, de ahí que insistan en la necesidad de seguir siempre las instrucciones del personal médico especializado en estos y otros muchos trastornos del sueño, como los especialistas de Instituto del Sueño, que se encargan de administrar los medicamentos oportunos en función del origen y la gravedad del problema siempre que sean necesarios.

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