Lumbalgia

La lumbalgia es una patología muy molesta para quien la padece, ya que entorpece o incapacita para el desempeño de ciertas actividades básicas.

¿Qué es Lumbalgia?

La lumbalgia consiste en el dolor localizado en la zona inferior de la espalda, que puede irradiar hacia las piernas. El dolor lumbar puede originarse en estructuras vertebrales, raíces nerviosas, la musculatura cercana, la zona pélvica o abdominal. Las características de estas molestias pueden ser muy diferentes dependiendo de sus causas.

¿Cuáles son los síntomas de la lumbalgia?

Los síntomas de la lumbalgia pueden variar dependiendo de diversas funciones, aunque lo más común es que aparezca un dolor local o irradiado, una inflamación o contracturas musculares. No obstante, también puede observarse otra suerte de señales que apunten a este problema, dependiendo del grado de afectación y compresión radicular, como alteraciones en la sensibilidad o en el movimiento. Aunque tienen elementos en común, la lumbalgia y la ciática se diferencian por pequeños detalles que hacen que sean problemas totalmente diferentes. El dolor lumbar inflamatorio suele darse por las noches, pudiendo despertar al afectado y obligarle a levantarse para mitigar sus efectos. Se puede dar otra clase de dolor lumbar que se conoce como lumbociática, que está provocada frecuentemente por una hernia discal, generando un dolor agudo en la zona posterior del muslo y la pierna, junto a una sensación de hormigueo y déficit de fuerza en la pierna en cuestión.

Tipos de Lumbalgia

Los tipos de lumbalgia no se pueden determinar con un criterio concreto, aunque muchos especialistas apuntan a dos categorías diferenciadas:

Según sus causas

• Lumbalgia específica: es aquel dolor lumbar cuya causa se conoce con exactitud.
• Lumbalgia inespecífica: esta es la situación más frecuente en el diagnóstico de esta patología, en el que no se conoce el origen del dolor lumbar.

Según la duración del dolor

También se establece como criterio la duración del dolor:

• Lumbalgia Aguda: se trata de los dolores lumbares que duran menos de seis semanas.
• Lumbalgia subaguda: es el dolor de lumbares que puede durar entre 6 semanas y 3 meses.
• Lumbalgia crónica: se trata del dolor de lumbago más complejo, que supera los 3 meses de duración.

Diagnóstico de Lumbalgia

A la hora de establecer un diagnóstico de lumbalgia preciso, los especialistas suelen recurrir a dos fuentes fundamentales: la exploración física del afectado y su historia clínica. Si en la exploración se determina la alta posibilidad de estar ante un proceso de dolor de lumbago, se recurre a otras pruebas, que pueden ser radiológicas, analíticas o funcionales (radiografía, tomografía computarizada, resonancia magnética, etc.).

Tratamiento para Lumbalgia

El tratamiento para el dolor de lumbares puede variar en función de la causa del mismo. En el caso de estar ante una aguda, se pueden determinar las siguientes medidas para aliviar los síntomas:

• Aplicación de calor y/o frío: se ha demostrado la eficacia de la manta eléctrica para las personas con este problema, aunque también están indicados los tratamientos con frío o aquellos que alternan ambas opciones.
• Reposo: se aconseja adoptar una posición tumbada boca arriba para paliar los efectos de este problema, generalmente con almohadas bajo las rodillas, aunque no puede alargarse demasiado porque podría ser contraproducente porque puede debilitar los músculos.
• Medicamentos: será el especialista en este campo quien te proponga los mejores fármacos para el tratamiento de lumbalgia. Los antiinflamatorios pueden ser eficaces para aquellos procesos causados por una inflamación, aunque los relajantes musculares son otra alternativa propuesta frecuentemente por el médico.
• Fisioterapia: la realización de diferentes ejercicios específicos puede ser también la solución, con movimientos aeróbicos, estiramientos y de fortalecimiento muscular.

A medida que el dolor va en aumento, los facultativos pueden requerir tratamientos para lumbalgia más intensos como la infiltración de corticoesteroides. En casos más complejos, cuando el dolor está causado por algún daño vertebral, como la artrosis o alguna fractura por aplastamiento, se puede recurrir a una intervención quirúrgica para liberar la presión sobre el nervio comprimido, así como el empleo de aparatos ortopédicos para apoyar la espalda.

Recomendaciones y consejos

Las recomendaciones y consejos más frecuentes de los facultativos sobre este tema se basan normalmente en adoptar la postura correcta y fortalecer los músculos. La forma de sentarse debe ser con el respaldo recto o con soporte en la zona lumbar. Además, debes asegurarte de que colocas las rodillas a más altura que el nivel de las caderas. Intenta también hacerte con un reposapiés que puede ser de gran ayuda para prevenir la aparición del dolor lumbar. Al conducir, lo mejor es adoptar una postura recta, moviendo el asiento hacia adelante para alcanzar sin problemas a los pedales. Al permanecer de pie, procura mantener una buena postura, sin arquear ni encorvar la espalda y empleando un calzado cómodo y que proporcione un soporte estable.

Preguntas frecuentes

Lumbalgia a nivel emocional: cómo afecta

El dolor lumbar puede afectar mucho a nivel emocional a las personas afectadas por este problema. El bajón emocional ya no solo se trataría de una consecuencia de la lumbalgia, sino que podría tratarse de un agravante a la hora de tratar de acabar con el dolor lumbar. Se considera que existe una lumbalgia de tipo emocional, en el que los fármacos y otros tratamientos como la fisioterapia no funcionan como se espera. En este caso, es mejor combinar estas terapias con consultas psicológicas que contribuyan a una mejor calidad de vida.

¿Se puede asociar lumbalgia con ciática?

Hay muchos casos en que el dolor de lumbares se confunde con ciática, pero, aunque en muchos casos estén estrechamente relacionadas, existen algunos aspectos diferenciadores, ya que la ciática se asocia a un dolor en la pierna originada en una compresión del nervio ciático.

Lumbalgia y embarazo: ¿cómo tratarla?

La lumbalgia y el embarazo suelen estar muy relacionados, por lo cual se recomiendan algunas medidas muy eficaces para tratarlo, como un masaje específico realizado por un fisioterapeuta especializado en esta circunstancia, la aplicación de calor local, estiramientos, un cinturón pélvico y la toma de medicamentos para aliviar las molestias cada 6-8 horas, como es el caso del paracetamol.