Cáncer de Mama

El cáncer de mama es una variedad de esta enfermedad que se forma en las células de las mamas. Se trata del tipo de cáncer más común entre mujeres en Estados Unidos, solo por detrás del cáncer de piel. Aunque se suele dar con más frecuencia entre mujeres, lo cierto es que puede producirse también en hombres, aunque este colectivo solo supone el 1% del total, por lo que es normal que se asocie a las mujeres.

¿Qué es Cáncer de Mama?

El cáncer de mama es el tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria, con un crecimiento anormal y descontrolado de las células mamarias. Suele apreciarse en forma de masa o bulto, así como en una radiografía. No obstante, es fundamental señalar que la mayoría de los bultos en los senos son benignos y no cancerosos; los tumores benignos son crecimientos anormales que no se extienden más allá de los senos, por lo que no representan un riesgo real para la vida.  Aún así, algunos tipos de tumores benignos pueden conducir a un cáncer de mama, por lo que es recomendable acudir a atención médica para revisar cualquier bulto o masa anormal en esta parte del cuerpo si se detecta.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de mama?

Como hemos mencionado, uno de los principales signos o síntomas del cáncer de mama es el bulto que se palpa con una textura diferente al tejido que lo rodea. También se puede experimentar un cambio de tamaño, apariencia o forma de la mama.  Una descamación, desprendimiento de la piel, costras o el pelado del área pigmentada de la piel adyacente del pezón son otros posibles efectos de esta enfermedad. Por último, también se pueden apreciar la formación de hoyuelos o el enrojecimiento de la piel.

Tipos de cáncer de mama

Se pueden diferenciar distintas clases de cáncer de mama dependiendo de la naturaleza y el origen de cada una de ellas.

Angiosarcoma

Es un cáncer muy poco frecuente que se origina en el revestimiento de los vasos sanguíneos y linfáticos. Se puede dar en cualquier parte del cuerpo, incluidos los senos, razón por la cual se puede considerar un tipo de cáncer de mama.

Cáncer de mama inflamatorio

Se trata de una variedad de esta patología que consiste, a grandes rasgos, en el enrojecimiento, hinchazón y mayor sensibilidad de la mama afectada.

Cáncer de mama masculino

En efecto, el cáncer de mama también puede desarrollarse en los hombres. Se trata de un tipo de cáncer que se da en el tejido mamario masculino y se puede producir a cualquier edad, aunque con mayor incidencia en el colectivo de la tercera edad.

Cáncer de mama recurrente

Esta es una modalidad que consiste en la reaparición del tumor tras el tratamiento inicial. En este caso, existen algunas células cancerosas que evaden los efectos del tratamiento y se mantienen y multiplican en el cuerpo del paciente.

Carcinoma ductal in situ

El carcinoma ductal in situ (DCIS) se considera como la etapa más temprana dentro del cáncer de mama. Esta fase no es invasiva, es decir, no se ha expandido hacia fuera del conducto mamario. Aunque no suponga una alerta como los estadios posteriores, necesita una evaluación que dictamine la forma de actuar para combatirlo.

Carcinoma lobulillar in situ

El carcinoma lobulillar in situ (CLIS) no es muy frecuente y consiste en la generación de células anormales que se reparten en los lóbulos de la mama, las glándulas responsables de la producción de la leche. Una de las dificultades de esta patología es que es complicado detectarse en las mamografías y se suele descubrir en las biopsias de mama realizadas por cualquier otro motivo.

Carcinoma lobulillar invasivo

En este caso, el tumor también se origina en los lóbulos pero, a diferencia del anterior, tiene la capacidad de extenderse a otras zonas del cuerpo, como los ganglios linfáticos.

Enfermedad de Paget mamaria

Se trata de un modo poco frecuente de cáncer de mama. Consiste en un problema que se origina en el pezón y se traslada a la areola que rodea el pezón. Se suele dar en mujeres mayores de más de 50 años.

Diagnóstico del cáncer de mama

El cáncer de mama tiene varias modalidades para poder detectarlo. Algunas de ellas son las siguientes:
  • Examen de mamas: el especialista revisará los pechos y los ganglios linfáticos en busca de algún nódulo u otro tipo de anomalía.
  • Mamografía: la radiografía de las mamas se centra en esta parte del cuerpo para localizar, si la hubiere, alguna anomalía. Si se encuentra, se puede pasar a una mamografía de diagnóstico en la que se estudie más a fondo la anomalía.
  • Ecografía mamaria: las ondas sonoras de las que se vale esta prueba permite diferenciar si un nódulo ha adquirido una forma sólida o si se trata de un quiste líquido.
  • Biopsia: se trata del método definitivo para detectar el cáncer de mama, ya que es su técnica más eficaz de diagnóstico. Consiste en extraer parte de tejido en una zona del pecho en la que se sospecha que podría situarse el tumor. Esta muestra se lleva a laboratorio para que los técnicos analicen en profundidad y confirmen si las células presentes en ella son cancerosas o no.
  • Resonancia magnética para la obtención de imágenes mamarias: esta es otra de las modalidades complementarias para detectar el cáncer de mama, diferenciándose especialmente por no emplear radiación para la generación de imágenes, al contrario de lo que sucede con otros exámenes.
Estos son los principales métodos de diagnóstico del cáncer de mama. En muchas ocasiones, el especialista ordena la combinación de varias pruebas para una mayor exactitud en los resultados.

Tratamientos para el cáncer de mama

Son varios los tipos de tratamientos de cáncer de mama y cada uno de ellos está indicado dependiendo del grado, etapa, tipo o tamaño de la anomalía encontrada.

Cirugía

Las posibilidades de intervenciones quirúrgicas son diversas dependiendo del estado de los pechos del paciente; algunas de ellas son las siguientes:
  • Extracción del cáncer de mama: esta operación, también conocida como tumorectomía, consiste en la eliminación del tumor y el tejido adyacente, solo en los casos en que el tumor sea pequeño y no invasivo.
  • Extirpación de la mama: la mastectomía es la técnica mediante la cual se extrae la totalidad del tejido, en aquellos casos en que el tumor sea de mayores dimensiones y pueda afectar a otras zonas.
  • Extracción de ganglios: esta puede ser una solución que sugiera el doctor para confirmar o descartar que los ganglios puedan estar afectados.
  • Extirpación de ambas mamas: en los casos en que exista alto riesgo de tener cáncer en la mama que en ese momento esté sana, se puede recurrir a la extracción de los dos pechos y así prevenir complicaciones futuras.

Radioterapia

Los protones y los rayos X son los protagonistas de esta técnica que busca eliminar las células cancerosas. Consiste en la aplicación de haces de energía externos mediante una máquina de grandes dimensiones o por colocación de material radioactivo en el interior del cuerpo.

Quimioterapia

Puede emplearse tanto antes como después de la cirugía, de forma que se pueda extraer el tumor más fácilmente o reduzca el riesgo de recurrencia, respectivamente. También se puede indicar en caso de que el cáncer se haya extendido por otras partes del cuerpo, de forma que sirva de control para tratar de impedir que se siga propagando.

Terapia hormonal

Es la alternativa adecuada para los casos en que el cáncer de mama es sensible a las hormonas y puede aplicarse en forma de toma de medicamentos o una cirugía. Medicamentos de terapia dirigida Se trata de fármacos que atacan las anomalías específicas de las células cancerosas, como determinadas proteínas que incentivan la creación de estas.

Inmunoterapia

Este tratamiento se vale del sistema inmunitario del paciente para tratar el cáncer, especialmente en los tipos en que las células cancerosas se camuflan para que las defensas no las reconozcan y vayan contra ellas, como el cáncer de mama triple negativo. Cuidados paliativos Esta es una alternativa válida para combatir, aliviar y minimizar los dolores y otros efectos de esta enfermedad. Los agentes que intervienen en todo el proceso de la enfermedad de los pacientes se centran, especialmente, en mejorar el bienestar y la calidad de vida del afectado. Se puede complementar también con otras de las técnicas anteriormente descritas.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es el cáncer de mama más agresivo?

En el ámbito médico, se cree que el cáncer de mama más agresivo es el triple negativo, que afecta a una pequeña proporción de los pacientes, en torno a un 10%. Se llama así porque no expresan ninguno de los tres receptores que se tienen en cuenta para diagnosticar el cáncer de mama, que son los estrógenos, la progesterona y HER2. Los expertos consideran que es el más agresivo porque su única forma de tratamiento es la quimioterapia, al no tener hormonoterapias o terapias específicas dirigidas a algunos de esos receptores.

Cáncer de mama y embarazo

El cáncer de mama es el más frecuente de los tumores malignos en mujeres en periodo de gestación o tras el parto. No obstante, hay que aclarar que el embarazo no es un factor de riesgo para la aparición de esta enfermedad. Lo que sí puede ocurrir es que, ante un cambio fisiológico considerable como el que se experimenta en las mamas durante el embarazo, sea más complicado detectar masas anormales en su interior.  Así, pueden darse retrasos en el diagnóstico de esta enfermedad, por lo que es fundamental acudir a revisiones periódicas del ginecólogo durante el embarazo, en las que este especialista realizará revisiones físicas de la mama.

¿Interrupción del embarazo con cáncer de mama?

En el caso de padecer cáncer de mama y estar embarazada, la interrupción de la gestación no es sinónimo de mejora del pronóstico; sin embargo, cuando se recomienda la administración de quimioterapia y/o radioterapia durante el primer trimestre, puede valorarse la interrupción del mismo de forma que se evite cualquier daño en el feto. La decisión siempre quedará supeditada a diferentes criterios, tales como el estadio del cáncer, la edad del feto o la posibilidad de supervivencia de la madre.

Cáncer de mama: supervivencia

El cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer con una tasa de supervivencia a los 5 años más alta: en los últimos años, este índice ronda el 80%, superándolo incluso en determinados países como Estados Unidos. En España, se sitúa en torno a un 82,8%. Así, las esperanzas de los pacientes de cáncer de mama han mejorado de forma considerable en los últimos 20 años, cuando el porcentaje era relativamente inferior. Esto se debe a que cada año, la información es mayor y más precisa, con recursos y herramientas capaces de diagnosticar precozmente la presencia de la enfermedad y, con ello, poder tratar a tiempo y solucionar y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

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