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Las hemorroides o almorranas, como se las conoce popularmente, son un problema común que aún genera cierta vergüenza en quien lo sufre. Por suerte son un problema más molesto que grave y con el tratamiento adecuado sus síntomas pueden aliviarse en gran medida. En esta página respondemos a las preguntas más habituales sobre hemorroides, incluyendo ¿Qué son hemorroides? Las hemorroides son venas dilatadas e inflamadas en el recto y el ano. Pueden causar picazón, dolor al defecar o sangrado; sin embargo muchas veces pasan desapercibidas.
Si bien los expertos en salud no han determinado la causa exacta de las hemorroides, se dice que se forman debido a un aumento de la presión en el recto inferior. La presión hace que las venas y tejidos anales normales se hinchen. Este tejido puede sangrar, a menudo durante las deposiciones.
Esto puede deberse al estreñimiento (se hace más fuerza al ir al servicio) o por el embarazo (el aumento de peso aumenta la presión). Otros factores de riesgo son la obesidad, una dieta baja en fibra y la diarrea.
Se trata de un problema muy habitual. De hecho se estima que a los 50 años casi la mitad de la población tendría alguna forma de hemorroides. En Europa y América del Norte, se estima que un 75 por ciento de los adultos padecen hemorroides.
Las hemorroides son más comunes en las personas mayores y en las que tienen diarrea, tumores pélvicos, durante o después del embarazo, y en personas que se pasan sentadas gran parte del día y/o se esfuerzan (presionan con fuerza) para defecar. ¿Cuáles son los síntomas? Las hemorroides pueden producir varios problemas incómodos, pero no serios:
Prurito e irritación: las hemorroides externas pueden causar comezón, especialmente si el área está húmeda e irritada. El picor de ano en con hemorroides es habitual.
Sangrado: las hemorroides pueden supurar sangre roja fresca, tanto si se encuentran en el exterior como en el interior. Las hemorroides externas a menudo causan un goteo de sangre desde el ano mientras está sentado en el inodoro. La sangre también puede manchar la ropa interior. Las hemorroides internas que sangran pueden dejar sangre fresca en las heces.
Trombosis y dolor: el dolor intenso puede indicar un coágulo de sangre en la hemorroide y generalmente requiere atención médica inmediata. Tipos de hemorroides Dependiendo de la localización de las almorranas se diferencian dos tipos de hemorroides: Hemorroides internas Las hemorroides internas se encuentran en el interior del canal anorectal, por lo que no son visibles a simple vista (aunque pueden llegar a palparse en una exploración rectal).
Las hemorroides internas a menudo están presentes sin causar incomodidad o incluso sin que la persona sepa de su existencia. Esto se debe a que alrededor de las hemorroides internas hay un revestimiento rectal (membrana mucosa), en lugar de una capa de piel rica en nervios. El afectado sí puede experimentar una sensación de plenitud en el recto, como si necesitara evacuar.
Puede que las hemorroides pasen largo tiempo desapercibidas hasta que sangren y esa sangre aparezca en las heces o al limpiarse. De hecho, el problema más común con las hemorroides internas es el sangrado durante las deposiciones. Sin embargo, si una hemorroide pierde su suministro de sangre (se estrangula) puede volverse muy dolorosa. A veces, una hemorroide interna empuja hacia abajo o se estira hasta que sobresale por fuera del ano (prolapso). Esto podría manifestarse como una sensación de pellizco en el área anal, o un bulto indoloro al limpiarse después de una evacuación intestinal. Hemorroides externas Las almorranas aparecen en el exterior del ano, donde se palpan como pequeños bultos o protuberancias.
Las hemorroides externas se desarrollan debajo de la piel justo afuera de la abertura del ano. Por lo general, son dolorosos si desarrollan un coágulo (trombosis), en cuyo caso aparecen como protuberancias circulares, púrpuras y muy sensibles alrededor de la abertura anal. Diagnostico El diagnostico de hemorroides es sencillo. El médico puede diagnosticar hemorroides luego de un examen físico del ano y el recto. Esto incluye un examen rectal realizado con un dedo enguantado y lubricado, o con un pequeño instrumento que permite visualizar el recto más de cerca.
Aunque las almorranas no son un problema grave por sí mismas sí pueden enmascarar un trastorno más grave, como cáncer rectal o de colon. Ambos también pueden causar hemorragia rectal. Por lo tanto, el diagnóstico y tratamiento adecuado por parte de un médico es importante. Tratamiento para hemorroides La mayoría de los casos de hemorroides se resuelve de forma espontánea o llevando a cabo unas sencillas medidas. Tratamiento médico Estas medidas incluyen evitar hacer fuerza al ir al baño y evitar las heces duras o el estreñimiento bebiendo más líquidos, aumentando la cantidad de fibra en la dieta o tomando suplementos de fibra y ablandadores de heces o lubricantes. Remojar el área afectada en un baño caliente o usar un baño de asiento también es muy efectivo. Existen múltiples cremas y supositorios de venta libre que pueden reducir los síntomas de picazón y dolor. Cuando estos no son efectivos, el médico puede recetar una crema con esteroides o un supositorio para usar durante 1-2 semanas. Algunas personas encuentran que limpiar la región anal con una toalla húmeda o "toallita húmeda para bebés" después de defecar es relajante. Es importante recordar que las hemorroides suelen volver a salir y que puede no tener síntomas entre episodios. Tratamiento quirúrgico En algunas circunstancias, las hemorroides que sangran repetidamente o no se van necesitan otro tipo de tratamiento. Éstos incluyen:
Ligadura de bandas elásticas: se colocan pequeñas bandas de goma alrededor de las hemorroides, a menudo en el consultorio de un médico. Esto hará que las hemorroides “caigan” en varios días y formen una pequeña úlcera donde estaba la hemorroide. La ulcera sana con el tiempo. En general, este es un procedimiento indoloro y las molestias desaparecen 24 horas. El uso de un analgésico como Tylenol, aspirina o ibuprofeno ayuda a eliminar las molestias después de la intervención. El procedimiento es seguro y común para los especialistas en gastroenterología. Coagulación infrarroja: se inserta una pequeña sonda en el recto y se aplica calor para destruir una hemorroide. El proceso es indoloro. Escleroterapia: se inyecta una sustancia química directamente en la hemorroide para ayudar a destruir el tejido de las hemorroides. Cirugía: extracción de las venas dilatadas y estiradas. Esto lo realiza un cirujano general o colorrectal en una sala de operaciones.
La cirugía está reservada para:
Un coágulo agudo y doloroso (trombosis) de hemorroides. Hemorroides sangrantes (sangran de forma profusa o continua). Grandes hemorroides. Hemorroides que no responden a otros tratamientos.
En general, se dice que los pacientes con hemorroides se sienten mejor después de alrededor de dos semanas de tratamiento. En última instancia, sin embargo, la curación de esta condición depende del tipo de hemorroide. Las hemorroides internas y externas, que a menudo son pequeñas, tardan al menos siete días en sanar. Por otro lado, las personas con hemorroides prolapsadas o trombosadas se recuperan en alrededor de dos o tres meses Recomendaciones y consejos Existen varias recomendaciones que pueden facilitar la vida de las personas con hemorroides y hacer que sus molestias desaparezcan. Si es tu caso, sigue estas indicaciones:
Añade fibra a tu dieta: Consumir la suficiente fibra dietética suaviza las heces y aumenta su peso y tamaño. La mejoría de la calidad de las heces puede conducir a la normalización de sus movimientos intestinales, lo que previene con eficacia el estreñimiento y las hemorroides. Bebe mucha agua pura: Mantenerse hidratado hace que las heces sean más blandas y permite que pasen más fácilmente. Incorpore la actividad física en tu rutina diaria: Evita sentarte o estar de pie durante demasiado tiempo. Una caminata enérgica de cinco minutos cada hora más o menos puede ayudar a mejorar la circulación en el área anal y eliminar las heces con menos dolor. Los baños de asiento ayudan a aliviar las molestias. Estos baños consisten en sentarse en agua tibia durante 10 a 15 minutos. Usa ropa interior de algodón. Evita el papel higiénico áspero, puedes sustituirlo por toallitas para bebé. Duerme de costado y no sobre tu espalda. Usa el bidé para limpiarte por completo tras la evacuación intestinal. Compra una almohadilla especial para sentarte
Si sus hemorroides no mejoran con los tratamientos caseros, es posible que necesite algún tipo de tratamiento de oficina para reducir las hemorroides.
Si el tratamiento en la consulta no es suficiente, puede ser necesario algún tipo de cirugía, como la extirpación de las hemorroides (hemorroidectomía). Estos procedimientos generalmente se usan para personas con hemorragia grave o prolapso que no han respondido a otra terapia.
El estreñimiento, el esfuerzo durante las evacuaciones intestinales y sentarse demasiado tiempo en el inodoro aumentan el riesgo de hemorroides. Para prevenir el estreñimiento y las hemorroides, debes:
Beber mucho líquido. Come una dieta rica en fibra de frutas, verduras y granos integrales. Considera usar suplementos de fibra. Usa ablandadores de heces para evitar el esfuerzo al ir al baño.
Preguntas frecuentes ¿Funcionan los remedios naturales contra las almorranas? Hay varios remedios naturales que se pueden utilizar para aliviar el dolor de las hemorroides. Tomar un baño tibio o un baño de asiento, usar un bidé en lugar de papel higiénico seco para limpiarse después de defecar y aplicar bolsas de hielo, bolsas tibias de té negro o compresas de hamamelis en las áreas afectadas son métodos naturales, económicos y efectivos ¿Por qué aparecen las hemorroides durante el embarazo? Las hemorroides son un problema común durante el embarazo. A medida que aumenta el volumen de sangre y el útero presiona contra la pelvis, las venas en el ano o el recto se pueden agrandar en racimos parecidos a uvas. Este problema por lo general, mejora después del parto.
Otra queja común durante el embarazo es el estreñimiento. Puede ser difícil defecar porque las hormonas disminuyen la velocidad de los alimentos que pasan por el tracto gastrointestinal y el útero empuja contra el intestino grueso. El estreñimiento contribuye a las hemorroides porque esforzarse para defecar puede agrandar las venas del recto.
La mejor manera de combatir tanto las hemorroides como el estreñimiento es prevenirlas. Si estás embarazada consume una dieta rica en fibra: panes integrales y cereales, frijoles y frutas y verduras frescas. Bebe mucha agua todos los días. Hacer ejercicio regularmente. Pregunta al médico si debes usar ablandadores fecales (a menos que el médico lo indique, no se deben tomar laxantes).
Y trata de no estar de pe o sentada durante mucho tiempo. Ambas posturas ejercen presión sobre las venas de la parte inferior de su cuerpo. Si tiene que sentarse durante un tiempo prolongado, asegúrese de levantarse y caminar unos minutos cada hora. ¿Cuáles son las complicaciones de las almorranas? La sangre en las hemorroides puede formar coágulos, lo que puede hacer que el tejido alrededor muera. A veces se necesita cirugía para eliminar las hemorroides con coágulos.
En raras ocasiones, también puede ocurrir una hemorragia grave. La anemia por deficiencia de hierro puede ser el resultado de la pérdida de sangre a largo plazo.