Según la OMS la mitad de la población mundial ha sufrido gastritis, una enfermedad gastrointestinal que puede ser asintomática pero también puede desembocar en problemas mucho más graves como la ulcera o el cáncer. A continuación te explicamos en qué consiste la gastritis, así como cuáles son sus síntomas, tipo, diagnóstico, tratamiento y mucho más.

¿Qué es gastritis?

Por definición la gastritis es la inflamación de la mucosa gástrica (el revestimiento del estómago). Puede provocar dolor de estómago, así como úlceras y otras complicaciones de salud intestinal. A veces se da de forma esporádica y otras veces se convierte en un trastorno crónico si no se abordan las causas subyacentes. El tracto digestivo está protegido de los antígenos y del ácido del estómago por la mucosa, que actúa como una barrera entre el tracto digestivo y el cuerpo extraño. Cuando esta barrera se interrumpe debido a cualquier motivo, el revestimiento del estómago se inflama y produce gastritis. La aparición de la gastritis puede deberse a varias causas que van desde el estrés a la infección, pasando por una dieta deficiente e incluso el consumo de ciertos medicamentos. La infección bacteriana por Helicobacter pylori es la causa más común. La infección se contagia al consumir alimentos o agua contaminados con H. pylori y puede provocar una infección de por vida. La combinación de infección por H. pylori y uso AINE (antiinflamatorios no esteroideos)  es especialmente perjudicial para la mucosa gástrica y puede conducir no solo a la gastritis sino también al desarrollo de erosiones (defectos superficiales) y ulceraciones (defectos profundos) en el revestimiento de la mucosa del estómago y el duodeno. Si bien la gastritis puede ser leve y curarse por sí sola, es posible que sea necesario un tratamiento según la causa y la gravedad de los síntomas.

¿Cuáles son los síntomas?

A veces, las personas que sufren de gastritis pueden no tener ningún síntoma en absoluto. Otras veces se confunden con síntomas de indigestión (dispepsia). De cualquier modo, estas son las características más notables de la enfermedad:
  • Dolor en la región abdominal superior, que varía desde una sensación de ardor como un dolor punzante.
  • Náuseas, vómitos y ocasionalmente diarrea.
  • Pérdida de apetito.
  • Indigestión.
  • Hinchazón abdominal y malestar.
  • Eructos e hipo.
Cuando la gastritis es grave, lo que lleva a sangrado del revestimiento estomacal, también se pueden observar los siguientes dos síntomas:
  • Heces negras, alquitranadas (debido a la presencia de sangre) llamadas melena.
  • Vomito sanguinolento.

Tipos de gastritis

Existen dos tipos: aguda y crónica.

Gastritis aguda

La gastritis aguda es la inflamación repentina de la mucosa gástrica. El revestimiento del estómago está enrojecido y si se observa al microscopio se vería una gran cantidad de células inflamatorias agudas (principalmente leucocitos). Pueden aparecer pequeñas rupturas superficiales en la mucosa (erosiones agudas) e incluso pequeñas áreas de sangrado. La gastritis aguda generalmente es causada por sustancias irritantes o por una infección, y puede causar un malestar estomacal agudo. De forma general se resuelve rápidamente con tratamientos simples cuando se elimina la causa.

Gastritis crónica

La gastritis crónica es una inflamación persistente de la mucosa gástrica. La mucosa gástrica se adelgaza a medida que las células que la integran son destruidas. Cuando está inflamación crónica permanece durante muchos años, los cambios en la mucosa pueden progresar a una etapa llamada metaplasia, que aumenta el riesgo de padecer cáncer gástrico. A menudo se debe a la infección por H. pylori. La variante crónica generalmente no causa indigestión o dolor, pero el daño severo puede resultar en anemia debido a la deficiencia de vitamina B12.

Diagnóstico

El médico puede sospechar de gastritis al estudiar el historial médico del paciente. Sin embargo, la única forma segura de confirmar el diagnóstico de gastritis es por endoscopia y biopsia del revestimiento del estómago. La endoscopia es un examen en el que, bajo una suave sedación, se introduce una sonda flexible iluminada en el estómago. Se pueden tomar imágenes del revestimiento del estómago para ver si esta inflamado pero, lo que es más importante, se pueden obtener biopsias para su análisis bajo el microscopio. El patólogo que examina el tejido buscará signos de inflamación, la presencia de H. pylori o evidencia de gastritis autoinmune. La infección por H. pylori también se puede diagnosticar mediante un análisis de sangre que detecta anticuerpos contra la bacteria, una prueba de aliento o una prueba de heces.

Tratamientos para gastritis

El tratamiento dependerá de su causa. Para la mayoría de los tipos de gastritis son útiles los medicamentos para reducir la producción de ácido estomacal. Más allá de eso, se necesita un diagnóstico específico. Los antibióticos se utilizan para la infección. Eliminar el consumo de aspirina, AINE o alcohol está indicada cuando uno de estos es el problema. Para los tipos más inusuales de gastritis pueden necesitarse otros tratamientos. La gastritis en sí misma rara vez es un problema grave.

Antiácidos

En personas con gastritis el revestimiento del estómago puede tener menos protección contra los ácidos digestivos. Reducir el flujo de ácido puede promover la cicatrización del revestimiento del estómago. Los medicamentos que reducen el ácido incluyen:
  • Antiácidos, como Alka-Seltzer, Maalox, Mylanta, Rolaids y Riopan. Muchas marcas usan diferentes combinaciones de tres sales básicas: magnesio, aluminio y calcio, junto con hidróxido o iones de bicarbonato para neutralizar el ácido del estómago. Los antiácidos, sin embargo, pueden tener efectos secundarios. La sal de magnesio puede provocar diarrea y la sal de aluminio puede causar estreñimiento. Las sales de magnesio y aluminio a menudo se combinan en un solo producto para equilibrar estos efectos. Los antiácidos de carbonato de calcio, como Tums, Titralac y Alka-2, pueden causar estreñimiento.
  • Bloqueadores H2, como cimetidina, famotidina, nizatidina y ranitidina. Los bloqueadores H2 disminuyen la producción de ácido. Están disponibles tanto en medicamentos de venta libre como de venta con receta.
  • Inhibidores de la bomba de protones (IBP): Estos incluyen omeprazol y lansoprazol. Los inhibidores de la bomba de protones bloquean la producción de ácido y ayudan curar la inflamación de la mucosa. Son más eficaces que los bloqueadores H2 pero en muchos casos solo se venden con receta.

Antibióticos

El tratamiento de la infección por H. pylori con antibióticos es importante, incluso si una persona no tiene síntomas de la infección. Curar la infección a menudo cura la gastritis y disminuye la posibilidad de desarrollar complicaciones, como la enfermedad de la úlcera péptica, el linfoma MALT y el cáncer gástrico. Un ciclo de antibióticos de 10 a 14 días suele acabar con la bacteria. Los regímenes pueden incluir claritromicina y metronidazol.

Otros tratamientos

  • Evitar la causa de la gastritis reactiva puede ser la cura para algunas personas. Por ejemplo, si el uso prolongado de AINE es la causa de la gastritis, lo primero es que el paciente deje de tomar los AINE, reduzca la dosis o cambie los analgésicos.
  • Agentes de recubrimiento: el sucralfato o el misoprostol pueden recubrir y proteger el revestimiento del estómago.
  • Medicamentos contra las náuseas: este tipo de medicamento puede reducir los síntomas de la enfermedad.
La combinación de alguno de estos tratamientos combinados con cambios dietéticos es la forma más segura de combatir la gastritis.

Recomendaciones y consejos

Las personas pueden reducir sus posibilidades de contraer gastritis al prevenir la infección por H. pylori. Los médicos aconsejan seguir estas pautas:
  • Lavarse las manos con agua y jabón después de usar el baño y antes de comer
  • Comer alimentos que hayan sido lavados bien y cocinados adecuadamente
  • Beber agua de una fuente limpia y segura
Los investigadores no han encontrado que la alimentación, la dieta y la nutrición desempeñen un papel importante en la causa o prevención de la gastritis. Sin embargo, al ser una enfermedad gastrointestinal, la dieta tiene un papel importante en el agravamiento y alivio de los síntomas.  Aquí hay una lista de alimentos que ayudan a combatir la gastritis ya que en muchos casos detienen el crecimiento de H. pylori:
  • Té verde
  • Cebollas
  • Ajo
  • Apio
  • col rizada
  • Brócoli
  • Perejil
  • Tomillo
  • Bayas
  • Legumbres
Además, es aconsejable que se laven los alimentos para eliminar posibles bacterias dañinas. También se recomienda a las personas con gastritis que consuman suficiente vitamina B12. Los vegetarianos y veganos a menudo carecen de B12 ya que no comen carne, que es de donde la mayoría de la población obtiene sus vitaminas B12. Un suplemento quincenal de al menos 2000 mg puede ayudar a resolver este problema. Por otro lado, esta es una lista de alimentos a evitar:
  • Alcohol
  • Alimentos ácidos (cítricos, tomates…)
  • Alimentos altos en grasas
  • Alimentos procesados
  • Bebidas con cafeína y carbonatadas
  • Alimentos que contienen altos niveles de ácido cítrico como la piña o el pomelo
  • Alimentos calientes o excesivamente picantes
Eliminar los irritantes que exacerban la gastritis, como los alimentos ácidos, el alcohol y el tabaquismo, puede ayudar a que los síntomas se disipen en cuestión de semanas. Hacer comidas pequeñas, no comer un par de horas antes de acostarse, mantenerse hidratado, reducir el estrés y tomar suplementos también ayuda.

Preguntas frecuentes

¿Cuáles son las causas de la gastritis?

Como hemos dicho, hay muchas causas que pueden provocar una gastritis. La infección por Helycobacter pylori es la más frecuente, pero hay otros sospechosos habituales. Son los siguientes:
  • Uso regular de analgésicos como aspirina, ibuprofeno y naproxeno.
  • Uso de antiinflamatorios no esteroideos, llamados AINE, que se han relacionado con varias enfermedades gastrointestinales ya que pueden dañar el revestimiento del estómago, provocando irritación e hinchazón.
  • Uso de bloqueadores de histamina o inhibidores de la bomba de protones o IBP, por ejemplo, el omeprazol.
  • Infecciones virales o bacterianas.
  • Reflujo biliar (sobreproducción de ácido estomacal).
  • Consumo de alcohol.
  • Dieta pobre que puede llevar al síndrome del intestino permeable y al desgaste del revestimiento intestinal.
  • Estrés constante, que se sabe que causa inflamación del intestino y un aumento en el ácido gástrico.
  • Fumar, un hábito que altera la flora intestinal y el revestimiento del estómago.
  • Trastornos autoinmunes como la enfermedad de Crohn pueden causar gastritis.
  • Las alergias a los alimentos pueden causar gastritis alérgica, también llamada gastritis eosinofílica

¿Cómo diferenciar la gastritis de las ulceras estomacales?

Los síntomas de la gastritis pueden ser similares a los de las úlceras estomacales, pero la gastritis afecta principalmente al estómago, mientras que las úlceras pueden dañar otros órganos digestivos. La gastritis severa, conocida como gastritis crónica, en realidad puede ser más dañina que las úlceras y provocar otros problemas, como anemia o cáncer. Afortunadamente, la gastritis es a menudo tratable.

¿Cuáles son las posibles complicaciones de la gastritis?

Afortunadamente la causa de la mayoría de los tipos de gastritis es conocida y se cuenta con un tratamiento eficaz y medidas preventivas para que las complicaciones graves sean muy poco frecuentes. Una excepción es la infección por H. pylori que, cuando está presente durante mucho tiempo, puede provocar cáncer de estómago en algunas personas. Esta infección también puede conducir a una malignidad del sistema linfático llamada linfoma. Uno de esos linfomas de bajo grado se llama linfoma MALT. Eliminar la infección del estómago a menudo cura este tipo de linfoma.

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