Según la OMS, el glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo. Se estima que solo en España hay un millón de afectados por esta enfermedad, de los cuales la mitad está sin diagnosticar. Por suerte, los especialistas sostienen que el 90% de los casos de ceguera por glaucoma puede prevenirse con revisiones anuales.

¿Quieres saber más sobre el glaucoma? A continuación, te explicamos en qué consiste, cuáles son sus síntomas y cómo se trata.

Qué es el glaucoma

El glaucoma es una enfermedad ocular degenerativa en la que el aumento de la tensión ocular (presión dentro del ojo) daña el nervio óptico produciendo una ceguera gradual. Una vez diagnosticada la enfermedad hay que iniciar el tratamiento lo antes posible, ya que los daños al nervio óptico son irreversibles. Las opciones de tratamiento van desde el uso de gotas hasta la operación de glaucoma.

El humor acuoso es un líquido incoloro que se encuentra en la cámara anterior del ojo. Su función es nutrir y oxigenar las estructuras del globo ocular a las que no llega el flujo sanguíneo (como el cristalino o la córnea). Este líquido se produce en la cámara posterior del ojo y fluye hacia la cámara anterior, donde se drena, de modo que en condiciones normales el humor acuoso que fluye por el ojo se renueva por completo cada 90 minutos.  Sin embargo, a veces el humor se acumula (ya sea por un exceso de producción o por fallos en el sistema de drenaje). Esto aumenta la presión intraocular y puede conducir al glaucoma.

Tipos y síntomas del glaucoma

Los dos principales tipos de glaucoma son el glaucoma de ángulo abierto y el glaucoma de ángulo cerrado.

El glaucoma de ángulo abierto es el más común y se caracteriza por un lento aumento de la presión intraocular. Esto hace que en muchos casos sea asintomático durante sus primeras etapas. La pérdida de visión (que empieza por la visión periférica y suele afectar a los dos ojos) es tan gradual que a veces pasa desapercibida.

Por el contrario, en el glaucoma de ángulo cerrado la presión aumenta de forma súbita y la ceguera puede producirse en tan solo uno o dos días. Aparte de eso hay otros síntomas como dolor ocular severo, alteraciones visuales, enrojecimiento ocular o náuseas y vómitos.

Aún se desconocen las causas ultimas de la aparición del glaucoma, pero se han detectado varios factores de riesgo:

  • Edad: los mayores de 60 años son un grupo de riesgo.
  • Miopía: a mayor numero de dioptrías, mayor riesgo de desarrollar glaucoma.
  • Antecedentes familiares: personas con familiares directos que tengan glaucoma tienen más posibilidades de desarrollar glaucoma a su vez.

Cómo se trata el glaucoma

En la actualidad no hay cura para el glaucoma. Los daños en el nervio óptico son irreparables, así que la visión perdida no se recupera. Por tanto, y como dijimos al principio, es crucial empezar el tratamiento en cuanto se detecte que la presión intraocular es demasiado elevada.

Hay dos grandes vías de tratamiento:

  • Gotas hipotensoras: Colirios que disminuyen la tensión ocular reduciendo la producción de humor acuoso o aumentando el drenaje.
  • Cirugía: mediante la cirugía se abre una nueva vía para el drenaje del humor acuoso. El tratamiento depende de cada paciente.

La prevención es la mejor herramienta para luchar contra el glaucoma. Si tienes más de 40 años deberías revisarte la vista una vez cada dos años, y una vez al año si tienes antecedentes familiares por glaucoma.

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