Cuidar la salud. Una expresión repetida hasta el hastío, pero que se ha cumplido muy rara vez. La vida, de una forma u otra, nos lleva a descuidar nuestro cuerpo y mente más de lo que deberíamos y eso, al final, hace que empiecen a aparecer más y más problemas que nos llevan a hospitales y visitas médicas.

Pero todo esto se puede evitar, solo hay que concienciarse y tener claro que la salud es primero. Bueno, y también empezar a cambiar el estilo de vida rompiendo con las rutinas de siempre. Aquí vamos a ayudarte con varios consejos muy sencillos, pero también muy efectivos, para que puedas cuidar tu salud con mucha facilidad.

Cómo cuidar tu salud casi sin darte cuenta

Cuidarse es importantísimo. Tenemos que hacer que toda nuestra maquinaria natural se mantenga de la mejor forma posible, porque es lo que hará que podamos vivir más y más años. Aunque nunca está de más contar con buenos seguros de salud baratos para contar con asistencia de primera en caso de problemas, dicen que es mejor prevenir que curar. Y para prevenir, a veces solo hace falta cambiar unos pequeños hábitos.

¡Bebe más agua!

El cuerpo humano necesita dos litros de agua al día. Pero, ¿sabías que eso no significa que tengas que beberte una botella de 2 litros diaria? Es un error muy básico y que lleva a mucha confusión. Hay alimentos que tienen agua, y eso también suma a las necesidades de tu cuerpo para satisfacerlas, como también implica que tienes más facilidades para cumplir con un hábito saludable.

Acostúmbrate a beber solo un poco más. Si trabajas en casa, intenta llevar a tu despacho una botella de litro e intenta bebértela a lo largo del día. Si trabajas fuera, nada como los termos para conservarla fresquita y disfrutar de ella cuando el calor más aprieta. Sales ganando y, además, te cuidarás un poco más.

Intenta dar un paseo al día

Hay que hacer bastante deporte a lo largo de la semana, pero hay veces en las que es imposible sacar tiempo para ello. Afortunadamente, la clave para cuidarse radica en mantener cierta movilidad, y eso se consigue con pequeños gestos. ¿Por qué no ir al trabajo andando en lugar de en bicicleta? ¿Y si pruebas a usar más las escaleras en lugar del ascensor? ¿No te apetece relajarte paseando cuando empieza a ponerse el sol?

Todos estos gestos, como decimos, son pequeñeces que apenas alteran tu rutina diaria, pero que tu cuerpo va a agradecer enormemente. Lo notarás antes de lo que crees, y acabarás manteniéndolo para encontrarte cada vez mejor.

Deja de repetir comidas

Mantener una dieta variada es la clave para comer sano y para dar al organismo todos los nutrientes que necesita. Para conseguirlo, tienes que empezar a dejar de repetir platos de macarrones o comida precocinada de supermercados. ¿No se te ocurren ideas? Echa un vistazo a internet, porque vas a encontrar miles de recetas y opciones diferentes.

Sí, eso también implica hacer una compra más variadaPero es muy posible que incluso te salga más barato, porque al final siempre es más económico comprar los ingredientes por separado que los platos ya elaborados. ¿Requiere algo más de tiempo? Sí. Pero ese tiempo extra lo vas a ganar en años de vida, así que el sacrificio, aunque no es tal, vale mucho la pena.

Cuida tu higiene

La limpieza hace muchísimo, y no solo hablamos de mantener el hogar limpio, que también, sino de mantener tu higiene personal muy bien cuidada. El mundo está repleto de partículas, de gérmenes que pueden transmitir cientos de enfermedades de toda clase, o incluso causar infecciones que te traigan serios problemas.

¿La mejor forma de evitar ese peligro? Como hemos dicho ya, cuidar la higiene. Mantén tu casa todo lo limpia que puedas, pero también mantente todo lo limpio, o limpia que puedas. Duchas diarias, lavarse las manos cada vez que se llega de la calle, cepillarse los dientes tras cada comida principal… Todo eso son pequeños detalles, pero al final, granito a granito, te proteges y te cuidas más.

¡Duerme!

No hay nada como un sueño reparador para poder afrontar un nuevo día con energías renovadas y ganas de comerse el mundo. Sin embargo, dormir bien no sirve solo para eso. Es un proceso que el organismo necesita, sobre todo nuestro cerebro, para poder recuperarse. Si nuestro sueño es de mala calidad, o dormimos pocas horas, poco a poco el cuerpo se va resintiendo.

 A la larga, esto puede provocar problemas de memoria, falta de concentración, cansancio continuado… y hasta derivar en problemas de corazón. Intenta crear un buen hábito para dormir las horas adecuadas. Lo mejor, antes de irse a la cama, es cenar con tiempo y ligero, e intentar leer algún libro mientras estás intentando dormirte. Caerás sin darte cuenta.

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