La resonancia magnética se ha posicionado como una de las mejores máquinas para hacer un diagnóstico adecuado de toda el área músculo-esquelético. Es un aliado imprescindible para evaluar de forma mucho más precisa diferentes tipos de problemas y anomalías, tanto de los músculos como del esqueleto en general, articulaciones y demás. 

Por supuesto, para aprovechar al máximo el poder de este tipo de máquinas, resulta imprescindible utilizar las de última generación, así como también contar con un personal altamente cualificado como el de la clínica radiológica Resobert, quienes ofrecen un servicio integral y ciento por ciento profesional para la tranquilidad de todos sus pacientes. 

Utilidad de la resonancia magnética

La resonancia magnética es un tipo de técnica no invasiva mediante la cual es posible obtener imágenes del interior del cuerpo, lo que permite detectar cualquier tipo de problema o lesión, aspecto clave para, posteriormente, establecer un tratamiento más adecuado y efectivo, en caso de que sea necesario, así como también en función de cada paciente.  

En este sentido, la resonancia magnética se ha convertido en una de las formas de diagnóstico más comunes, confiables y utilizadas por los médicos. Para obtener las imágenes del interior del cuerpo, se utiliza un poderoso campo magnético, así como también ondas de radio y un ordenador para la generación de imágenes con todo tipo de detalles. Gracias a esta técnica es posible observar con detalles los músculos, las articulaciones, los huesos, los tejidos blandos y, por lo tanto, determinar con sorprendente detalle y exactitud cualquier tipo de lesión en dichas áreas, independientemente de la naturaleza de la misma. 

La resonancia magnética se puede utilizar con diferentes objetivos o fines. Lo importante, para aprovechar el poder de esta técnica al máximo, es centrar el estudio en el área específica de interés y, por supuesto, es fundamental que el mismo sea hecho por profesionales con experiencia en el área y en clínicas que cuenten con los equipos más avanzados. Los dos factores anteriores son determinantes para minimizar o reducir cualquier tipo de error que se pueda generar durante el estudio. A continuación compartimos contigo cuáles son algunos de los estudios más comunes para los cuales se utilizan la técnica de la resonancia magnética: 

Resonancia magnética de la rodilla 

Sin lugar a dudas, la resonancia magnetica de rodilla constituye una de las técnicas más utilizadas para el estudio profundo de las articulaciones, músculos y tejidos generales de la rodilla. Gracias a esta técnica es posible determinar con sorprendente precisión cualquier tipo de problema o lesión. De allí que sea un estudio ampliamente utilizado cuando el paciente presenta síntomas como dolor, debilidad, inflamación, sangrado interno o en los alrededores de la articulación. 

Es muy importante destacar que para la realización de este estudio no se requiere del uso de los famosos rayos X, por lo que no se emplea, en ningún momento, de radiación. La resonancia magnética de rodilla, sin duda alguna, es clave para hacer un diagnóstico preciso de cualquier tipo de lesión. Además, ha demostrado ser de gran utilidad para hacer diagnósticos precoces, lo que contribuye a la rápida recuperación del paciente.

Es muy común que se emplee esta técnica para determinar lesiones con respecto a los ligamentos, meniscos o lesiones óseas en general. Lo mejor es que se trata de una técnica no invasiva, por lo que el paciente no sentirá ningún tipo de incomodidad y como no utiliza radiación, los posibles efectos secundarios se reducen a su mínima expresión. Este tipo de examen es de gran utilidad para determinar los siguientes problemas o lesiones:

  • Ligamentos
  • Meniscos
  • Articulaciones
  • Tendones
  • Infecciones
  • Tumores
  • Daños en cartílagos

Resonancia magnética lumbar 

Otro de los usos más comunes es el de la resonancia-magnetica-lumbar. En este caso, el estudio suele ser indicado por médicos especialistas cuando el paciente presenta cualquier tipo de problema o dolor en el área lumbar. Sorprendentemente, suele ser una de las zonas más afectadas, tanto por problemas congénitos como también por cualquier otro tipo de lesión que haya salido como consecuencia de un accidente, golpe o simplemente por el deterioro normal de la edad. 

Gracias a la resonancia magnética lumbar es posible visualizar y, por lo tanto, determinar una amplia cantidad de lesiones que se pueden generar en los diferentes componentes que conforman toda la columna vertebral, como es el caso de la médula espinal, las diferentes raíces nerviosas y el disco intervertebral. 

Al igual que en el caso de la rodilla, se trata de una prueba completamente indolora para el paciente y que no presenta ningún tipo de riesgo para la salud y el bienestar del paciente, aunque sí es cierto que el paciente debe informar si tiene marcapasos o algún tipo de pieza metálica en su cuerpo. En este sentido, uno de los mayores inconvenientes es cuando el paciente sufre de claustrofobia, lo que puede dificultar la prueba; sin embargo, en esos casos, se suele administrar una sedación muy suave para que la persona esté tranquila durante todo el tiempo de duración de la resonancia. 

¿Cómo es el procedimiento de la resonancia magnética?

El procedimiento de la resonancia magnética es, en realidad, muy sencillo y en general es similar, aunque puede haber ciertos cambios sutiles en función del tipo de prueba a realizar. Por ejemplo, en el caso de un estudio de la rodilla, no es estrictamente necesario que el paciente sea introducido por completo a la cápsula de estudio, lo que sí ocurre cuando el estudio es, por ejemplo, de la columna vertebral. A continuación compartimos algunos de los aspectos más destacados de un procedimiento rutinario de resonancia magnética:

Sin radiación

Como comentamos anteriormente, a diferencia de otro tipo de pruebas, esta no utiliza radiación, por lo que es considerablemente segura para el paciente. Este es un tipo de exploración que se suele hacer de forma ambulatoria y que no requiere de mayor preparación por parte del paciente. En este sentido, es importante destacar que, si el examen se debe hacer con contraste, un médico insertará un catéter intravenoso en la vena para introducir el líquido del contraste.

En caso de no requerir contraste, el paciente deberá acostarse cómodamente, seguir las indicaciones del personal y mantenerse lo más inmóvil posible durante todo el procedimiento, el cual puede demorar entre 30 y 45 minutos.

Procedimiento indoloro

La resonancia magnética es un procedimiento completamente indoloro, independientemente del área a analizar y que, prácticamente, no tiene efectos secundarios que pongan en peligro la integridad y salud del paciente.

La única incomodidad que algunos pacientes pueden experimentar es claustrofobia, cuando el estudio requiere que el paciente entre por completo a la máquina. Sin embargo, existe la opción de una sedación suave para que el paciente esté cómodo y tranquilo durante el tiempo que dure el procedimiento.

Por supuesto, es sumamente importante que la prueba sea hecha por verdaderos profesionales para garantizar el mejor resultado posible en cuanto a precisión y detalle se refiere, así como también para garantizar la comodidad del paciente. La resonancia magnética, sin duda alguna, es una de las mejores pruebas que existe en la actualidad para hacer diagnósticos específicos de una amplia variedad de lesiones y con la ventaja de que prácticamente no tiene efectos secundarios ni es dolorosa.

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