Asma bronquial

El asma bronquial, o asma a secas, es una enfermedad crónica que afecta al sistema respiratorio. La enfermedad se caracteriza por la inflamación de los bronquios como respuesta a algunos factores externos (alérgenos, frio, humedad…) u otros desencadenantes (esfuerzos físicos, emociones fuertes…), provocando la obstrucción de las vías respiratorias y las consiguientes dificultades para respirar. En este post veremos los síntomas y tratamientos del asma bronquial.

Síntomas del Asma Bronquial

El asma no es una enfermedad que se manifieste continuamente, si no que suele hacerlo en forma de crisis asmáticas de diversa intensidad. Una crisis asmática puede ceder sola o puede necesitar recurrir a algún tratamiento (como el conocido inhalador de los asmáticos).

Las crisis asmáticas pueden desencadenarse ante varias situaciones: frio, humedad, exposición a alérgenos, ejercicio físico… y provoca la inflamación repentina de los bronquios. El síntoma más reconocible es, como ya hemos dicho, la dificultad para respirar. El asmático sufre ahogo y una sensación de falta de aire.

Al inflamarse los bronquios, su diámetro se reduce, obstruyendo el flujo de aire.  A esta obstrucción contribuyen el aumento de las secreciones bronquiales, que además son más abundantes, el broncoespasmo (contracción sostenida de los músculos que rodean a los bronquios) y el edema bronquial (acumulación de líquidos).

Aparte de las dificultades para respirar, el asma bronquial presenta otros síntomas (de hecho, para diagnosticar el asma no es imprescindible la presencia de dificultades respiratorias):

  • Tos
  • Flemas
  • Estornudos
  • Obstrucción nasal
  • Mucosidad
  • Comezón de nariz y ojos
  • Sibilancias: ruidos silbantes (como de silbido) al respirar (a veces no son percibidos y solo se detectan en la exploración médica)
  • Otros síntomas menos frecuentes son dolor torácico o abdominal, opresión en el pecho, cianosis, angustias…

Tratamientos del Asma Bronquial

Existen varios tipos de tratamiento para el asma, porque existen distintos tipos de asma. Leve o severo, esporádico o crónico…

Lo primero que hay que ver es cuales son los desencadenantes del asma. Pueden ser alérgenos ambientales como pelo de mascotas, en cuyo caso se recomendaría evitar la presencia de animales en casa.

La profilaxis, ósea, evitar los factores desencadenantes del asma puede ser de gran utilidad, pero en ocasiones resulta insuficiente y es necesario recurrir a los medicamentos. Los medicamentos más usados en el tratamiento del asma bronquial son los broncodilatadores, que actúan relajan la musculatura que rodea a los bronquios, haciendo que las vías respiratorias se dilaten y el aire pueda fluir mejor, además de disminuir las secreciones. La vía habitual para usar estos broncodilatadores es la inhalatoria, a través del clásico nebulizador.

También hay tratamientos del asma bronquial  que disminuyen la reacción de los bronquios a los estímulos disparadores del asma.

Otros tratamientos que han sido eficaces en algunos casos de asma bronquial son la inmunoterapia, consistente en aplicar de forma subcutánea dosis controladas de los alérgenos responsables del asma para conseguir una tolerancia natural.

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