Webs de salud

Navegar por internet en busca de información sobre temas de salud es una práctica habitual. Aunque hay que tener cuidado porque nadie controla lo que se publica en internet y la información que encontremos podría ser incompleta o directamente falsa.

Para orientar al usuario sobre el uso responsable de las webs de salud, el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, responsable del sello WMA (Web Médica Acreditada) promovió la creación de un decálogo para el uso de webs de salud. Estos son los principales puntos:

Que debemos tener en cuenta cuando visitamos páginas de salud

  1. La información sobre salud que existe en internet complementa a la que podemos obtener de nuestro médico, pero nunca la sustituye.
  2. Es necesario tener una actitud vigilante ante todo lo que leamos en la Red sobre salud.
  3. Hay que desconfiar de los productos milagrosos, infalibles o que se anuncian como adecuados para todo tipo de problemas de salud. También de las promociones especiales.
  4. Mucho cuidado con la compra de medicamentos por internet. Hay que recordar que está prohibida la venta o adquisición por internet de medicamentos que necesitan receta. En cuanto a los medicamentos sin receta solo podrán comercializarlos de forma online a través de la web de farmacias acreditadas, pero por ahora habrá que esperar.
  5. No debemos dar información personal o sobre nuestra salud sin tener claro para que es esa información y que uso se hará de ella.
  6. Las webs de salud deberían proporcionarnos la siguiente información:
  • ¿Quiénes son los responsables de la web?
  • ¿Hay posibilidad de contactar con ellos?
  • ¿Cuál es la fuente original de la información?
  • ¿Existen profesionales sanitarios identificados detrás de la página?
  • ¿La información está actualizada?
  • ¿La web tiene fines comerciales o se financia de algún modo?
  • ¿La publicidad está debidamente diferenciada de los contenidos?
  1. Antes de realizar cualquier pago, hay que cerciorarse de que la web ofrece una pasarela de pago segura.
  2. Si creemos haber sido víctimas de un fraude (o hemos detectado alguno) en una web de salud, debemos ponerlo en conocimiento de las autoridades sanitarias o a asociaciones de consumidores.
  3. Si la web permite la participación a través de comentarios en el blog, foros o chats, conviene leerse antes los términos de uso.
  4. Ante cualquier duda sobre la información de salud en internet, hay que consultar con nuestro médico o cualquier otro profesional de salud.

Podéis consultar el decálogo en http://www.guiasinfosalud.es/cast/decalogo1.html

Internet puede ser una gran fuente de información, pero siempre debemos analizar dicha información con ojo crítico. Y vosotros, ¿soléis visitar páginas de salud? ¿Habéis encontrado webs de salud que os parecían poco fiables? Compartid vuestras experiencias en los comentarios.

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