Las vacunas antigripales son la mejor manera de mantener a los grupos de riesgo a salvo durante la temporada de gripe. En este post haremos un breve recorrido por su origen y los tipos de vacunas contra la gripe que existen en la actualidad.

Origen de las vacunas antigripales

Las vacunas antigripales de primera generación, que surgieron en los años 50 del siglo pasado, eran suspensiones de virus enteros inactivados mediante procedimientos químicos. En la siguiente década aparecieron las vacunas de segunda generación (split-virus), hechas con virus fraccionados desintegrados mediante disolventes o detergentes. En 1976 se comercializan las vacunas de tercera generación o vacunas de subunidades compuestas de antígenos de superficie purificados (recordemos que son proteínas de superficie capaces de dar lugar a la respuesta inmune). Por último, a partir de 1997 se cuenta con las vacunas de cuarta generación compuestas por subunidades del virus acompañadas de un adyuvante que potencia la respuesta inmunitaria.

Tipos de vacunas antigripales

La fabricación de vacunas frente a la gripe se ve dificultada por la capacidad de los influenzavirus A y B de experimentar variaciones en dos de sus antígenos de superficie: HA y NA (si no te suenan él HA ni el NA deberías leer nuestro anterior post, ¿Qué es la gripe?). Existen dos mecanismos por los que pueden producirse estas variaciones:

1. Deriva antigénica: Acumulación de mutaciones puntuales en los RNA que codifican para HA y NA.

2. Cambio antigénico: Proceso por el cual dos cepas distintas (normalmente una humana y otra animal) infectan simultáneamente a un individuo y se combinan para dar lugar a una nueva cepa que expresa una mezcla de antígenos de las dos cepas originales.

Las vacunas antigripales son trivalentes, ya que incluyen componentes de tres subtipos distintos: influenza A H3N2, influenza A H1N1 e influenza B, que son los más comunes. Las vacunas frente a la gripe se clasifican en dos grandes grupos: inactivadas y atenuadas.

Las vacunas inactivadas pueden ser:

-Vacunas de virus enteros. Constituidas por virus enteros inactivados químicamente. Hoy día prácticamente no se utilizan.

-Vacunas de virus fraccionados. Se obtienen fraccionando la membrana del virus con disolventes o detergentes y purificando los componentes antigénicos protectores (HA y NA). Incluyen otros componentes virales como proteínas, lípidos y ARN.

-Vacunas de subunidades. Llevan exclusivamente HA y NA purificados.

-Vacunas de subunidades adyuvadas. Son vacunas de subunidades que potencian su efecto inmune mediante la adición de un adyuvante (MF59.1).

-Vacunas de subunidades virosómicas. Son igualmente vacunas de subunidades que utilizan partículas similares a la cápsula viral (virosomas) donde se integran los antígenos protectores (HA y NA).

Las vacunas atenuadas se preparan a partir de virus vivos a los que se trata para que pierdan su virulencia. Las más utilizadas hoy por hoy son las adaptadas al frío o ca (Cold Adapted), de administración intranasal. Se llaman así porque su óptimo de crecimiento se da a temperaturas inferiores a la temperatura corporal humana, por lo que su replicación es muy lenta en el hombre.

 Perspectivas de futuro

Las vacunas antigripales convencionales tienen una serie de limitaciones: ciclo de producción largo y complejo, capacidad de producción limitada, posibilidad de inducir respuestas de hipersensibilidad en individuos alérgicos a los productos de huevo, y baja inmunogenicidad para conseguir respuestas generales de neutralización. En consecuencia,  se están explorando otras posibles vacunas, como las basadas en proteínas recombinantes (proteínas artificiales creadas en el laboratorio).

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