Seguramente a lo largo de nuestra vida nos hayan hecho alguna radiografía si nos hemos roto un hueso. Y las mujeres con hijos habrán tenido que hacerse varias ecografías durante el embarazo. Tanto la radiografía como la ecografía forman parte del grupo de técnicas de imagen médica. Las imágenes médicas permiten observar el interior del cuerpo humano y obtener información clínica de interés. La información obtenida varía en función de la modalidad de imagen. Pero, ¿cómo se producen estas imágenes? Para entender las diferencias entre las distintas modalidades que existen vamos a hacer un breve repaso por los criterios con los que se clasifican.

Tipos de técnicas de imagen médica en diagnostico por imagen

Para producir una imagen necesitamos una fuente de radiación (salvo en el caso de la ecografía y de la resonancia magnética, dónde se emplean ultrasonidos y campos magnéticos, respectivamente). La fuente de irradiación determina el nombre de la modalidad de imagen (rayos X en radiografías, rayos gamma en medicina nuclear… ). Dependiendo de si esta fuente radiación es externa o interna al organismo, hablaremos de generación de imágenes por transmisión o de generación de imágenes por emisión. El ejemplo típico de generación por transmisión sería la radiografía. En las radiografías hay un tubo de rayos X que proyecta un haz que atraviesa el cuerpo humano e impresiona una placa fotográfica. Los rayos X alcanzan la placa en mayor o menor cantidad según la densidad de los tejidos, creando una imagen en tonos negros, grises y blancos. Por el contrario un caso de generación por emisión sería la termografía, que se basa en detectar las radiaciones infrarrojas emitidas por el organismo (muestra la temperatura en cada punto del cuerpo).

PET
Ejemplo del uso de radioisótopos para el diagnostico mediante imagen médica. Al inyectar un radioisótopo análogo de la glucosa se observa en el paciente un metabolismo anormal en el hígado debido a una metástasis tumoral.

Otro de los criterios que se usan para clasificar las modalidades de imagen médica es diferenciar si se trata de una imagen de proyección o si es una imagen tomográfica. Las imágenes de proyección son 2D, igual que la sombra proyectada por un objeto al ser iluminado con una linterna. En el caso de las imágenes tomográficas la fuente de radiación no está fija, sino que se mueve circularmente alrededor del cuerpo obteniendo múltiples imágenes en un plano. Es como cortar el cuerpo transversalmente con una espada y obtener una imagen de la sección. Haciendo múltiples cortes muy juntos se consiguen imágenes 3D de la zona de estudio. Pero las modernas técnicas de imagen van incluso más allá y ahora es posible obtener imágenes 4D -es decir, imágenes 3D en tiempo real-, es el caso de, por ejemplo, las ahora tan de moda ecografías 4D con las que los padres pueden observar como se mueve el bebe dentro del útero materno.

Las técnicas con mayor resolución, son las llamadas técnicas de imagen anatómica, dado que obtienen imágenes de gran detalle de las estructuras anatómicas del cuerpo. No obstante, a veces lo que se quiere observar es la fisiología, más que la anatomía, para ver si hay alguna alteración. Esto puede parecer difícil, pero a día de hoy es posible gracias a las técnicas de imagen funcional.

La imagen funcional consiste en inyectar una sustancia en el organismo (también podría ingerirse por vía oral o inhalarse en forma de gas) y observar cómo se distribuye dentro de él. ¿Qué cómo se consigue información fisiológica a partir de ahí? Lo primero es que, obviamente la sustancia inyectada debe ser visible para los aparatos de imagen médica; y son visibles bien porque absorban radiación o bien porque la emitan. Si absorben radiación son contrastes, si la emiten serán radioisótopos. De cualquier forma dicha sustancia actúa como una baliza o un trazador, algo que se puede seguir y localizar en el interior del cuerpo.

Por ejemplo, si inyectamos un radiocontraste o un radioisótopo en la circulación sanguínea podremos observar el flujo sanguíneo que llega a un determinado órgano. Esto es útil, por citar algún caso, en el diagnostico de las enfermedades cardíacas dónde hay una menor afluencia de sangre al miocardio (músculo del corazón). En otros casos el radioisótopo es análogo a alguna sustancia del metabolismo celular como la glucosa y por tanto viendo su distribución pueden detectarse focos de actividad metabólica anormal; zonas dónde hay un metabolismo aumentado o dónde apenas debería detectarse actividad metabólica. Las causas detrás de un metabolismo anormal pueden ir desde una infección bacteriana hasta la existencia de un tumor en la zona.

Como hemos visto, el uso de la imagen médica es de gran utilidad en el diagnostico de problemas de salud tan variados como rotura de huesos, detección de tumores o seguimiento de un embarazo. A parte de contar con la ventaja de tratarse de técnicas no invasivas (no es necesario abrir a la persona para ver lo que ocurre en su interior).
Las últimas tendencias apuntan a la fusión de la imagen anatómica y funcional para conseguir la mayor información posible.

2 Comentarios

  • Imágenes médicas (II)- Técninas de imágen anatómica y funcional,

    […] –CONTINUACION DEL POST ANTERIOR— […]

  • Diagnóstico por imágen- Imágenes médicas anatómica y funcional (y II),

    […] organismo, ya sea en dos, tres o incluso cuatro dimensiones, como vimos en el post anterior (Ver Diagnóstico por imagen- Imágenes médicas (I)). Pero no todas las modalidades de imagen lo hacen con la misma resolución […]

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