Gastroenteritis, gripe intestinal, diarrea estival… Son muchos los conceptos y los términos que se adjudican a las dolencias que sufrimos a nivel intestinal y estomacal, y aunque muchos los utilizan como sinónimos lo cierto es que describen diferentes afecciones. En este artículo vamos a hablar sobre la gripe intestinal, sus síntomas y la mejor manera de tratarla.

Lo primero que tenemos que tener claro es que una gripe intestinal se produce cuando un virus determinado entra en nuestro organismo; a diferencia de la gastroenteritis, que consiste en una inflamación del estómago y de los intestinos, la gripe intestinal está producida por una infección que tiene como resultado diferentes síntomas que nos producen malestar, entre ellos la consabida diarrea, dolores de tipo abdominal, fiebre y vómitos y cansancio generalizado, entre otros.

Si bien su duración no suele extenderse demasiado (entre unos días y una semana, aproximadamente) y no constituye una enfermedad grave en la mayoría de los casos, lo cierto es que es necesario tener en cuenta un tratamiento que garantice nuestra mejoría y que no haga que la gripe derive en problemáticas mayores. Hay que tener especial cuidado en los niños, sobre todo en los infantes que presenten resistencia a hidratarse; siempre, en caso de presentar síntomas diferentes a los de un cuadro de gripe intestinal habitual, es necesario acudir al médico.

El tratamiento a seguir nos garantizará una mejoría paulatina, que será más o menos rápida en función de cada persona. La primera prescripción y la más importante de todas es la de mantenernos bien hidratados durante el lapso de tiempo que dure la afección; a causa del aumento de las heces y de los posibles vómitos, sufriremos una mayor pérdida de líquidos y de electrolitos (minerales esenciales para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo) que deberán ser repuestos para no experimentar complicaciones.

Además de mantenernos bien hidratados, ayudarnos con una dieta blanda nos ayudará a una recuperación más rápida y a evitar recaídas: hay que evitar los platos grasos y las bebidas azucaradas (refrescos, etc.), y apostar por arroces hervidos, patatas cocidas, carnes y pescados blancos y frutas peladas. Durante la primera fase es posible que no tengamos hambre y que nos cueste retener los alimentos, así que las infusiones y los yogures naturales nos ayudarán a superar la etapa inicial.

Tampoco podemos olvidar que existen medicamentos para la diarrea que nos ayudarán con los síntomas de la diarrea. Es muy importante leer bien las indicaciones de uso y seguir las pautas establecidas sobre la dosis y la frecuencia de uso; gracias a esto, experimentaremos una mejoría más rápida. De modo que, si no aparecen otros síntomas fuera del cuadro habitual, podremos seguir estas indicaciones en cuanto a reposo, alimentación y fármacos para poder mejorar lo más rápidamente posible y volver a estar en forma de nuevo.

0 Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Anterior
¿Cuál es el secreto de la eterna juventud? Prevenir el envejecimiento
Siguiente
Síndrome Alcohólico Fetal en mujeres: ¿qué es y cómo evitarlo?