La enfermedad de Pott es una forma de tuberculosis y es una de las enfermedades documentadas más antiguas de la humanidad. Evidencias de su característica principal – una espina dorsal severamente curvada – se ha encontrado en los restos de europeos de la edad del hierro y en momias de Egipto y de la costa pacífica de Suramérica. En este post hablaremos sobre los síntomas de la enfermedad de Pott y su tratamiento.
También conocida como tuberculosis espinal o espondilitis tuberculosa, la enfermedad de Pott es la forma más debilitante de tuberculosis. La enfermedad de Pott lleva el nombre del cirujano británico Percivall Pott. En 1779, él fue quien escribió la primera, y todavía utilizada, descripción clínica de la enfermedad.
Causas de la enfermedad de Pott
La tuberculosis comienza en los pulmones al inhalar aire que contiene Mycobacterium tuberculosis o la bacteria que causa TB. Esto puede convertirse en enfermedad de Pott si la infección se extiende de los pulmones a la columna vertebral.
Transmisión de la tuberculosis.
La tuberculosis infecta las articulaciones de la columna vertebral, causando una forma de artritis espinal. Si dos articulaciones contiguas se infectan, el disco de cartílago que hay entre ellos no puede recibir los nutrientes que necesita para vivir. El disco muere y se derrumba, dando lugar a un estrechamiento de las vértebras, colapso vertebral eventual y daño de la médula espinal. Si no se trata, la TB espinal puede conducir a deformidades severas, daño a los nervios e incluso parálisis.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Pott?
La enfermedad de Pott se localiza generalmente en la columna torácica o superior. Los primeros signos de tuberculosis son fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso. El dolor de espalda severo es la indicación más común de que la tuberculosis se ha propagado a la columna vertebral.
A medida que la enfermedad empeora, los pacientes tienen dificultad para permanecer de pie. También caminan con una postura rígida, inflexible y pueden tener hinchazón en el lugar de la infección, que se asocia con entumecimiento o debilidad en las piernas. Si no se trata, la enfermedad de Pott puede conducir a curvatura severa de la columna vertebral y parálisis de las piernas.
Tratamiento de la enfermedad de Pott
Afortunadamente, si la enfermedad de Pott se detecta pronto, el tratamiento puede disminuir e incluso eliminar el riesgo de deformidad y daño nervioso grave. Las formas más confiables de tratamiento son la cirugía para extraer y reemplazar el disco afectado con uno artificial, y los antibióticos para tratar la infección por tuberculosis.
Con el desarrollo de medicamentos antituberculosos y medidas de salud pública, la tuberculosis espinal es extremadamente rara en los países industrializados. Las prácticas médicas actuales son altamente efectivas para tratar y revertir el daño de la enfermedad de Pott, especialmente si se detecta temprano.
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