Tanto la sauna como el baño turco se basan en la utilización del calor para relajarse y producir efectos beneficiosos en nuestro organismo. En este post repasamos los principales beneficios de la sauna y del baño turco para tu salud, amén de otro supuesto beneficio que en realidad no es tal. Pero primero, vamos a ver en qué se diferencian estas dos actividades.

Diferencias entre la sauna y el baño turco

La diferencia básica entre la sauna y el baño turco es que la primera usa calor seco y la segunda calor húmedo, a través del vapor de agua. La sauna alcanza una temperatura más elevada, mientras que el baño turco usa una temperatura menor pero un mayor grado de humedad. Vamos ya con sus beneficios.

Beneficios de la sauna y del baño turco

  • Eliminan toxinas

El sudor, además de para refrigerarnos, sirve para eliminar múltiples sustancias nocivas de nuestro organismo (el alcohol, por ejemplo). Una sesión de sauna elimina un montón de toxinas a través de la transpiración.

  • Alivian el estrés

El estrés participa, en mayor o menor medida, de muchas de las enfermedades que nos aquejan. Los “baños de calor” producen un alivio de la tensión en múltiples formas. El calor que se alcanza en el interior de una sauna o de un baño turco relaja la musculatura corporal, mejora la circulación sanguínea y libera endorfinas (hormonas responsables de la sensación de bienestar).

Sin duda la eliminación de toxinas y el alivio del estrés son los más conocidos beneficios de la sauna y del baño turco.

  • Alivian dolores y molestias

Las endorfinas liberadas por el calor tienen además un efecto tranquilizante que minimiza dolores como el dolor muscular y el de la artritis. Además, el aumento de la circulación por la dilatación de los vasos sanguíneos acelera los procesos de curación natural.

  • Limpian la piel

El sudor que se produce en los baños de calor limpia la piel, eliminando bacterias y células muertas y despejando los poros. Eso se une a la ya mencionada eliminación de toxinas. El resultado es una piel más tersa, limpia y suave.

  • Ayudan a dormir

Varias investigaciones han demostrado que un baño de calor ayuda a conseguir un sueño más profundo por la noche. Las endorfinas estarían nuevamente detrás de este efecto.

  • Mejoran el rendimiento cardiovascular

La vasodilatación originada por el calor causa un aumento del gasto cardiaco. Aumenta la frecuencia cardiaca a la vez que aumenta la temperatura, y disminuye una vez que se vuelve a la temperatura normal. Por eso, varias sesiones de sauna o baño turco son un entrenamiento del musculo cardiaco.

  • Combaten enfermedades

Se ha encontrado que los baños de calor activan la producción de células del sistema inmune, aparte de que alivian síntomas como la congestión nasal.

  • Mejoran la respiración

Este es un beneficio del baño turco (sauna húmeda) cuyos vapores abren las vías respiratorias.

El falso mito sobre la sauna y el baño turco

Digan lo que digan, la sauna no sirve para perder peso. Al menos no a largo plazo. ¿Por qué? No se queman calorías, eso solo ocurre cuando hay músculos trabajando, es decir, cuando hay ejercicio. No se pierde grasa en los baños de calor, pero si se pierden líquidos, por eso alguien  está más delgado cuando sale de la sauna, pero vuelve a pesar lo mismo en cuanto se hidrata.

¿Has probado alguna vez los beneficios de la sauna y del baño turco? Cuéntanoslo en los comentarios y ponnos los dientes largos.

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