La conducta y el pensamiento se ven alterados en los pacientes que sufren esquizofrenia. Es una enfermedad que hoy en día se puede tratar y con la medicación adecuada el enfermo puede anular prácticamente todos los síntomas para llevar una vida normal.
La esquizofrenia es una enfermedad psiquiátrica y crónica muy compleja que produce una serie de trastornos mentales. Afecta por igual a hombres y mujeres aunque existen diferentes tipos y algunas se manifiestan de forma más considerable a determinadas edades. La Organización Mundial de la Salud estima que este problema afecta a 52 millones de personas en el mundo y, concretamente en España cada vez se encuentran más casos.
Las causas de la esquizofrenia pueden ser genéticas o deberse a alteraciones, ya sea durante el proceso de gestación del feto como después, por perturbaciones funcionales o bioquímicas del cerebro (en muchas ocasiones debido al consumo de tóxicos). No existen causas relacionadas con la situación familiar o malas experiencias que justifiquen la aparición de este trastorno.
Síntomas de la esquizofrenia
Los síntomas de la esquizofrenia se agrupan en tres secciones diferenciadas:
Síntomas positivos de la esquizofrenia:
– Alucinaciones: Alteración de la percepción de alguno de los sentidos del individuo aunque lo más común es que afecten a la captación auditiva o visual. Lo más común en estos pacientes es que escuchen voces, que nadie más puede oír, que hablan entre ellas o le ordenan realizar determinadas acciones.
– Delirios: Otro síntoma de la esquizofrenia es que el enfermo crea firmemente una idea que es imposible o ilógica. La persona que sufre esta dolencia puede pensar que su identidad es otra o tener lo que se denomina “delirios de persecución”, que consisten en creer que los demás intentan hacerle daño. Aunque haya pruebas de que lo que el paciente dice es mentira, no habrá forma de convencerle del razonamiento lógico.
– Trastornos de pensamiento: A medida que la enfermedad avanza el cerebro del paciente sufre una serie de daños que afectarán a su lenguaje y a su forma de pensar, por lo que no actuará como lo haría cualquier otra persona. Una prueba de esto sería inventar palabras que no existen o que comente que tiene la sensación de que alguien le ha robado ideas de su cabeza.
– Trastornos de movimiento: Repetir las mismas acciones corporales una y otra vez o sacudir el cuerpo de forma agitada o violenta son otros síntomas de la esquizofrenia y que en casos extremos pueden volver a la persona catatónica.
Síntomas negativos de la esquizofrenia:
– Afectividad aplanada: Un síntoma de la esquizofrenia son los trastornos emocionales que se hacen evidentes cuando el paciente no realiza movimientos gestuales, mantiene un nivel bajo de voz y aumenta su mal humor.
– Insociabilidad: Es común que estos pacientes eviten el contacto con familiares o amigos y reduzcan la comunicación. Por lo tanto el enfermo prefiere realizar actividades en solitario y cuando se ven forzadas situaciones sociales salta a la defensiva.
– Falta de energía: No existe capacidad de iniciativa y se produce una pérdida de interés o apatía hacia cualquier tipo de actividad.
Síntomas cognitivos de la esquizofrenia:
La falta de concentración o perdida de la capacidad retentiva o de memoria son otros síntomas de la esquizofrenia. Sin embargo, estos son más difíciles de detectar y son los profesionales al realizar pruebas quienes los diagnostican.
La esquizofrenia es una enfermedad muy compleja y deberá ser tratada medicamente pero también en el hogar, ya que el entorno familiar es el principal apoyo para los enfermos. En la mayoría de los casos con un tratamiento eficaz el paciente podrá desarrollar un equilibrio para llevar una vida normal. Para que no sufra una recaída y peligre su situación se debe cumplir todo lo que el especialista recete y recomiende.
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