Longitudes de onda visibles por el ojo humano
Las longitudes de onda que podemos percibir abarcan desde el violeta hasta el rojo.

Las alteraciones de la visión en color o visión cromática producen ceguera para uno o varios colores, confusión entre colores, etc. En ElBlogdelaSalud vamos hacer un repaso por las principales anomalías. Pero no podemos hacerlo sin antes ofreceros unas nociones de por qué vemos los colores.

El color, según la RAE es la sensación producida por los rayos luminosos que impresionan los órganos visuales y que depende de la longitud de onda. La visión cromática es el proceso mediante el que un organismo extrae información de la composición de longitudes de onda de un estimulo visual. Mediante esta visión se obtiene la capacidad de distinguir objetos en función de las longitudes de onda (λ) de la luz que reflejan, emiten o transmiten.

El espectro de luz visible por los seres humanos abarca el intervalo de longitudes de onda que va desde los 400 a los 700nm (del violeta al rojo). El proceso de ver en colores empieza en los conos, unas células fotorreceptoras que se encuentran en la retina. La elaboración del mensaje visual se produce en la retina y en la corteza visual.

En la retina humana existen dos tipos de fotorreceptores, los conos y los bastones. La luz se convierte en impulsos eléctricos gracias a las reacciones fotoquímicas que se producen en los conos y los bastones.

Los bastones son de 75 a 150 millones y se distribuyen por la superficie de la retina, exceptuando la fóvea. Los bastones ofrecen poca discriminación al detalle, pero son muy sensibles en condiciones de poca iluminación, por lo que son responsables de la visión nocturna.

Los conos son más escasos que los bastones (6 a 7 millones) y se concentran en la fóvea. Son muy sensibles al color y resuelven los detalles finos. Los conos son responsables de la visión diurna y cromática. En general los pigmentos que median la visión en color se encuentran en los conos y sólo se excitan a partir de ciertos niveles de luz, lo que explica que no apreciemos colores cuando estamos en penumbra.

La visión en color implica la capacidad de distinguir luces de diferente composición espectral. Un único tipo de cono no podría distinguir un cambio en la longitud de onda de la luz a partir de un cambio en su intensidad.  En cambio los humanos podemos distinguir miles de colores, para lo que contamos con tres tipos de conos, cada uno con un pigmento especifico (por eso se dice que nuestra visión es tricromática):

  • conos-S: Sensibles al azul.
  • conos-M: Sensibles al verde.
  • conos-L: Sensibles al rojo.

La suma de las intensidades de señal producidas en cada cono produce la visión de todo el espectro de colores que disfrutamos.

En el próximo post hablaremos sobre los posibles problemas de la visión en color.

Las longitudes de onda que podemos percibir abarcan desde el violeta hasta el rojo.

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