La vigorexia, una vida para el cuidado de la salud física o una condena

Es una tendencia habitual y cada vez más extendida entre la población la de un culto exagerado al cuerpo, tanto en hombres como en mujeres. Esta obsesión produce muchas inseguridades y trastornos sociales, que conllevan a un deterioro psicológico importante. Entre las mujeres, son muy conocidos los trastornos psicológicos relacionados con su físico, como son la anorexia y la bulimia, donde estas mujeres adquieren una imagen psicológica irreal de su propio aspecto, teniendo la necesidad de perder peso constantemente. Esto, les conlleva graves deterioros físicos, pudiendo llegar incluso a la muerte. Entre algunos otros factores, estos trastornos pueden originarse debido a la fuerte presión social que se ha establecido en esta época, donde cada vez se buscan cuerpos más esculpidos y trabajados. A pesar de que estos trastornos son más habituales entre las mujeres, entre los hombres ha comenzado a arraigar otro no mucho menos peligroso, la vigorexia, la cual, más aceptada socialmente, comienza a establecerse como una forma de vida que pone en serio peligro la salud física.

 ¿Qué es la vigorexia?

Si bien es cierto que para algunas personas la vigorexia es principalmente una obsesión que les lleva a trabajar su cuerpo hasta límites inimaginables, la vigorexia o distrofia muscular es un trastorno de la mente por el cual determinadas personas, generalmente con baja autoestima, se ven de forma permanente excesivamente “pequeñas” o con un bajo tono muscular, por lo que siempre están preocupadas con realizar ejercicio y consumir suplementos proteicos o suplementos para ganar masa muscular. Dado que en un principio, dadas las excelentes propiedades del ejercicio habitual, esto puede considerarse como un buen hábito para el cuidado de la salud, esta conducta es totalmente autodestructiva para el individuo. Los enfermos de vigorexia, además de consumir todo tipo de productos para el gimnasio, incluso anabolizantes, presentan una conducta obsesiva por hacer ejercicio que les impide llevar una vida normal o mantener relaciones sociales fuera de su ámbito de entrenamiento, ya que sus rutinas de ejercicio pueden llegar a superar las 8 horas de entrenamiento diario. Además, estos  suplementos para aumentar masa muscular, además de suponer un gasto importante para el bolsillo de estas personas, ocasiona deterioros físicos internos de gran relevancia, sobre todo si estos incluyen anabolizantes o esteroides. En última instancia, cuando esta obsesión por el ejercicio se vuelve exagerada, con rutinas de entrenamiento de 8 horas diarias, la muerte puede sobrevenir al individuo por fallo cardiaco, ya que este aumenta considerablemente su volumen, lo que impide su correcto funcionamiento, suponiendo un grave peligro para la salud física el individuo.

 ¿Cómo se trata a un enfermo de vigorexia?

La Vigorexia es también conocida como el complejo de Adonis, ya que en primera instancia supone un embellecimiento del cuerpo, lo que favorece su adicción, gracias a la elevada demanda social que tiene actualmente. Además, la liberación de endorfinas favorece una adicción fisiológica también, por lo que podemos afirmar que estos individuos son altamente dependientes del ejercicio.

Actualmente, para favorecer el cuidado de la salud de los enfermos de vigorexia, se realizan terapias cognitivo conductuales para intentar corregir esa obsesión al culto al cuerpo. Por otro lado, favorecer el desarrollo de deportes en equipo en detrimento del ejercicio aislado del gimnasio puede funcionar como una adecuada terapia sustitutiva que les permita seguir haciendo ejercicio dentro de los límites normales del organismo. Al establecer unos objetivos grupales en lugar de individuales, se disminuye la obsesión por uno mismo, favoreciendo el trabajo para el funcionamiento del conjunto, y con la misma liberación de endorfinas, lo que favorece la aceptación fisiológica del cambio, y además sin la necesidad de consumir suplementos para aumentar la masa muscular u otros productos de gimnasio, lo que mejora la salud física y mental de estos individuos. Además, al sentirse una pieza indispensable para el funcionamiento del equipo, eso mejorará su autoestima, y le ayudará a sentirse mejor, siendo este un paso clave para abandonar la vigorexia.