Las radiaciones tienen muy mala fama. Mala fama ganada a pulso en ocasiones, dado que muchas de las radiaciones conocidas por el hombre son altamente peligrosas. En la memoria colectiva han quedado grabadas algunas catástrofes producidas por las radiaciones nucleares, por ejemplo. Pero para ser fieles a la verdad es justo reconocer que hasta las radiaciones tienen aplicaciones positivas para la salud. Y si no lo crees, cambiarás de opinión tras conocer qué tipo de radiaciones se emplean en medicina.
Qué tipo de radiaciones se emplean en medicina
Podemos hablar de radiación en medicina en dos campos fundamentales: diagnóstico y terapia.
Radiación en diagnostico
Hablar de radiaciones en diagnóstico es hablar de imagen médica. Gran parte de las imágenes médicas son obtenidas mediante el uso radiaciones. Podemos hablar de rayos X o de rayos gamma, por poner un par de ejemplos.
Se consideran dos situaciones en el diagnóstico por imagen en el que intervienen radiaciones de cualquier tipo:
- La radiación proviene de una fuente externa. Es decir, la persona es radiada desde el exterior. El ejemplo más típico es la radiografía, en la que la radiación atraviesa el cuerpo humano e impresiona una placa fotográfica, consiguiendo una imagen de los huesos.
- La radiación “emana” del individuo, al que se le ha suministrado un radiofármaco (sustancia que emite radiación). El radiofármaco actúa como una especie de señal luminosa, haciendo visible a los aparatos de detección de imagen el órgano que se desea observar.
Radioterapia
La radiación se usa en el tratamiento contra múltiples tipos de cáncer. El efecto de las radiaciones es la mutación del ADN de las células tumorales y su consiguiente destrucción. Aunque le radiación afecta a todas las células a las que llega, las células sanas tienen mucha mayor capacidad de recuperación que las tumorales.
La radioterapia puede ser el único tratamiento que se dé al paciente o puede administrarse de forma adyuvante a otro tratamiento, generalmente la cirugía. También según su finalidad puede ser curativa, con objeto de eliminar completamente el tumor, o paliativa, para calmar los síntomas del paciente.
En la actualidad existe una especie de radio-fobia que se manifiesta en la reticencia de mucha gente a ser radiadas cuando se someten a pruebas radiológicas o a tratamientos de quimioterapia. Sin embargo hay que recordar que los riesgos a los que se somete una persona al hacerse una radiografía o pasar por la quimioterapia están muy controlados. Es necesario hacer una intensa labor pedagógica en la población para evitar alarmismos innecesarios.
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