Las épocas de frío siempre se asocian a épocas de catarros y gripes. ¿Sabías que la gripe está causada por un tipo de virus llamado influenzavirus? Por eso los antibioticos no sirven de nada. En este post conocerás más cosas sobre los influenzavirus.
¿Qué son los influenzavirus?
Los influenzavirus, virus causantes de la gripe, forman parte de la familia Orthomyxoviridae. Se conocen tres géneros: influenzavirus A, influenzavirus B e influenzavirus C, definidos en base a diferencias antigénicas en la nucleoproteína y en la matriz proteica. Su genoma vírico consiste en ocho RNAs de cadena negativa que codifican varias proteínas virales de importancia: hemaglutinina (HA), neuraminidasa (NA), proteína de membrana (M2), nucleoproteína (NP), y proteínas no estructurales. HA, NA y M2 están expuestas en la superficie del virus (figura 1). HA es una glicoproteína que media la unión a receptores de la célula huésped y la fusión de membranas. NA facilita la liberación del virus.
Los influenzavirus A son los más comunes y peligrosos. Infectan a humanos y a otros mamíferos, y tienen su reservorio en las aves acuáticas. Se clasifican en subtipos según las propiedades de sus HA y NA. Hay descritos 16 clases de HA y 9 de NA. En la actualidad los subtipos más frecuentes en circulación son H1N1, H1N2 y H3N2.
Los influenzavirus B infectan únicamente a humanos. No causan pandemias, pero son responsables de epidemias regionales menos severas que las causadas por influenza A. Los influenzavirus C afectan a humanos y cerdos, y son bastante inofensivos.
Patogenia de los influenzavirus
La gripe es la causa más común de infección del tracto respiratorio inferior. Causa epidemias estacionales durante las cuales hay un elevado número de contagios. Los viriones se diseminan de persona a persona por vía aérea al toser o estornudar. La incubación dura 1-4 días; los síntomas son fiebre (38-40ºC), dolor de cabeza, mialgia, tos sin expectoración, congestión nasal, fatiga, escalofríos, etc., que suelen prolongarse durante una semana. La enfermedad es leve en la mayoría de los casos, aunque algunos individuos pueden desarrollar complicaciones secundarias tales como obstrucción pulmonar, fallos cardiacos o neumonías bacterianas.
En las zonas templadas, las epidemias de gripe estacional aparecen a finales de otoño o principios de invierno, y tienen su punto álgido a mediados de invierno. En las regiones tropicales los patrones estacionales son menos pronunciados.
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