La palabra SIDA en ocasiones provoca miedo, cuando no terror irracional. Prueba de ello es la cantidad de mitos que circulan por internet sobre las formas en las que se contagia esta enfermedad. Rumores que, a fuerza de repetirse, terminan pasando por ciertos para un gran número de personas. Esto supone un gran problema para la integración de los enfermos de SIDA, por ello, nos gustaría aclarar algunos mitos y verdades sobre el contagio del SIDA.
¿Cómo se contagia el SIDA (VIH)?
Para conocer cómo se transmite el SIDA de persona a persona es necesario saber dónde puede encontrarse el virus dentro del enfermo. El VIH es el virus responsable de la enfermedad del SIDA. Una persona con VIH (lo que conoce como ser seropositivo) puede no haber desarrollado el SIDA, pues hay un periodo de latencia desde que alguien contrae el VIH hasta que el SIDA se manifiesta (como explicamos en un post anterior: VIH y SIDA, aclarando dudas). Sin embargo, una vez que tiene el virus, es capaz de infectar a otras personas.
Para que se pueda transmitir el VIH han de darse estas tres condiciones:
- Presencia del virus.
- Fluido con capacidad de transmisión.
- Puerta de entrada.
El VIH se encuentra en la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna en concentraciones suficientes como para infectar a una persona. Hay riesgo de contagio cuando alguno de esos fluidos del seropositivo entra en contacto con el torrente sanguíneo de la persona sana. Por tanto, se identifican tres vías de transmisión del VIH:
Vía sanguínea: Se produce cuando la sangre del paciente infectado (o material que haya estado en contacto con esa sangre y no haya sido esterilizado) entra en contacto con la de la persona sana. La forma más habitual en la que esto se produce es cuando dos drogadictos comparten jeringuilla y uno de ellos es seropositivo. También se produce cuando se realiza una trasfusión con sangre contaminada; afortunadamente esta probabilidad es muy baja gracias a los controles que realizan los bancos de sangre. Contra esta vía de contagio la mejor forma de prevención es la esterilización de agujas y material quirúrgico (en hospitales, estudios de tatuaje…) y no compartir agujas.
Vía sexual: Cuando un seropositivo tiene relaciones sexuales de riesgo (sin preservativo) con otra persona, podría infectarle al entrar sus fluidos corporales (semen o secreciones vaginales) en contacto con la sangre de su pareja a través de heriditas que esta tuviese en sus órganos sexuales (pueden ser heriditas ya presentes o que se producen como resultado de la práctica sexual). Estas heriditas muchas veces son imperceptibles a primera vista. La mejor medida de prevención de esta vía de contagio sigue siendo el uso del preservativo.
En cuánto al sexo oral, si bien es teóricamente posible, las probabilidades son bajas. La mucosa de la boca es más resistente que la de la vagina, la saliva no es un medio de transmisión y el virus muere inmediatamente en contacto con el aire. El riesgo sería mayor para la persona que pone en contacto tu boca con los órganos genitales, pero aún así sigue siendo más bajo que en coito normal o en el sexo anal. De todas formas, repetimos, lo aconsejable es usar protección.
Transmisión vertical madre hijo: Si la madre es seropositiva, la infección madre – hijo podría darse durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Cómo NO se transmite el SIDA
Esas son las tres formas en las que alguien puede infectarse con el VIH y desarrollar el SIDA. Lo que significa que el SIDA NO se transmite por saliva, sudor, orina, heces, tos, estornudos o lágrimas. Tampoco se transmite compartiendo cubiertos, comida, bebidas o ropas; ni mucho menos besando o abrazando a alguien. Tenedlo en cuenta.
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