La ansiedad es un problema que afecta a un amplio porcentaje de la población. Las circunstancias en que se produce pueden ser muy variadas, apareciendo de forma esporádica ante una situación de tensión o peligro, o de forma continuada por la forma de afrontar la vida en un determinado individuo.

Todo el mundo puede sentir ansiedad de manera puntual, ante una situación concreta. Esto no es malo, incluso puede llegar a servir como alerta y a mejorar el estado de concentración. El problema reside en los momentos en que esta ansiedad se descontrola o aparece con demasiada frecuencia, paralizando al individuo y teniendo consecuencias diversas para su salud. Entonces, ¿la ansiedad es una enfermedad reconocida?

La ansiedad es una enfermedad reconocida

La ansiedad puede presentarse de muchas maneras y en diversas ocasiones. No se considera una enfermedad como tal, porque no parte de las mismas bases que otras enfermedades. Se reconoce como trastorno mental en los casos en que deja de ser algo normal, y comienza a manejar determinados aspectos de la vida.

Qué es la ansiedad

Se trata de un mecanismo mental que aparece en situaciones de una elevada tensión, para mantener al individuo en un estado de precaución y alerta. Existen factores genéticos y circunstanciales que pueden convertir ese mecanismo natural en algo anómalo, siendo entonces necesario hablar de trastorno.

Las manifestaciones de la ansiedad más severas aparecen tanto a nivel emocional como físico:

  • A nivel emocional, los síntomas de ansiedad son la preocupación constante, el cansancio, la irritabilidad, problemas de concentración y falta de sueño.
  • A nivel físico, pueden aparecer pulsaciones elevadas, mareos, desmayos, indigestión, sudoración excesiva, temblores, tensión muscular, diarrea y respiración profunda.

Trastorno vs enfermedad

Según la OMS, Organización Mundial de la Salud, una enfermedad implica la pérdida de salud; y un trastorno es una alteración que causa problemas en la vida cotidiana. También podría decirse que la enfermedad se refiere a problemas orgánicos, mientras que los trastornos son dificultades de adaptación que carecen de origen orgánico o biológico.

Cuándo pasa a ser la ansiedad una enfermedad

La ansiedad no tiene un origen biológico ni orgánico, no procede de los mismos mecanismos que el resto de enfermedades, ni por fallos de metabolización de neurotransmisores, como sí ocurre con enfermedades metales como la psicosis o la depresión. El tratamiento pasa necesariamente por cambiar la estructura de los pensamientos, y no tanto por tomar medicamentos de efectos dudosos.

Por este motivo, la ansiedad es una enfermedad reconocida únicamente en los casos más graves, cuando esa ansiedad se vuelve inmanejable y patológica, teniendo el paciente una sensación de angustia permanente, también llamada miedo al miedo. En estos casos, la ansiedad llega a afectar a la salud física, y a interferir con la vida cotidiana, de modo que sí será necesario valorar otro tipo de tratamientos.

Como ves, la ansiedad no es una enfermedad reconocida, salvo en los casos más extremos. Lo mejor que puedes hacer para tratar de evitar su aparición, o al menos controlarla, es mantener unos hábitos de vida saludables. Evita el consumo de drogas y otras sustancias que pueden causar ansiedad, como cafeína o teína; practica ejercicio habitualmente y realiza técnicas de relajación para controlar esos momentos de crisis.

 

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