Una de las cosas que menos nos gusta es sufrir ataques incontrolables del hipo. Ahora bien ¿cuáles son los motivos de por qué se produce el hipo? ¿Cómo podemos evitar sufrirlo? Antes de nada, el hipo es una contracción espasmódica, involuntaria y repetitiva del diafragma y los músculos intercostales que provoca una inspiración súbita de aire. El nervio frénico controla la contracción y relajación del diafragma. Si el nervio frénico envía impulsos anómalos, el diafragma se contrae de forma repentina provocando una inspiración súbita anormal y el cierre brusco de la glotis, produciendo el hipo.
Algunas de las situaciones que pueden provocar hipo son: comer demasiado o demasiado rápido, o el consumo excesivo de bebidas carbónicas, abuso de alcohol y ansiedad. La mayor parte de las veces, el hipo dura solo unos minutos. Sin embargo, en ocasiones persiste durante días o semanas. El sonido proviene de un brusco flujo de aire dentro de los pulmones que causa que la epiglotis se cierre, provocando el típico sonido “hic”.
Muchas de las causas de por qué se produce el hipo vienen motivadas por las siguientes razones:
-Irritación del diafragma.
-Alteración en el estómago.
-Estados de nerviosismo o excitación.
-Cirugía abdominal.
-Alimentos o líquidos picantes o condimentados.
-Cualquier enfermedad o trastorno que irrite los nervios que controlan el diafragma.
-Tragar aire.
-Beber refrescos u otras bebidas gaseosas.
-Fumar.
-Fiebre.
Unos de los pasos que podemos dar para solucionar el hipo son los siguientes:
-Chupar limón.
-Tirar de la lengua.
-Gárgaras con agua helada.
-Chupar hielo.
-Beber agua caliente (cuidado con tomarla demasiado caliente y quemarse la boca).
-Respirar dentro de una bolsa de papel.
-Ingerir una cucharada de azúcar o miel.
-Comer jengibre.
-Tocar la úvula (campanilla de la garganta) con un objeto, como por ejemplo una pajita o pajilla (conocida en otros países como bombilla, pitillo, caña, popote, etc.).
-Doblar las rodillas y abrazar las piernas, comprimiendo el pecho.
-Beber líquidos mientras se presiona la nariz.
-Probar un poco de vinagre.
Otras opciones para el control del hipo persistente son la acupuntura y la hipnosis.
En casos extremos –muy raros, por cierto–, la cirugía puede ser necesaria, con la implantación de un estimulador eléctrico en el diafragma, parecido con los marcapasos usados en el corazón.
El hipo es algo desagradable cuando se tiene y es conveniente seguir los pasos que os he dado antes para librarnos de estas contracciones involuntarias.
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