El exceso de sudoración o hiperhidrosis, como se conoce en el sector médico, es un problema que afecta a una muestra importante de la población y que puede ser realmente incómodo tanto para ellos como para quienes le rodean.

En este post vamos a desarrollar las principales causas del exceso de sudoración y las medidas más útiles para tratarlo.

Causas del exceso de sudoración

Antes de profundizar en la materia, conviene saber que la sudoración es un proceso fisiológico natural y necesario, por el cual las glándulas sudoríparas hacen aparecer el líquido cuyo contenido es en su mayoría agua con otros componentes como el cloruro sódico, que le aporta ese sabor salado.

El sudor es, por tanto, el encargado de regular la temperatura corporal, impidiendo así problemas derivados de ello, aunque no es el único origen.

La llamada hiperhidrosis focal primaria, se da una comunicación hiperactiva entre los nervios emisores y las glándulas sudoríparas, sin que haya ningún desencadenante común del sudor como puede ser el ejercicio físico o el incremento de la temperatura. Se trata de un tipo de esta patología que afecta, especialmente, a la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies.

Se cree que existe algún componente hereditario que influye en la aparición de este fenómeno, puesto que en ocasiones se presenta en varios miembros de una misma familia.

En cambio, existe también la hiperhidrosis secundaria, esto es, cuando se trata de la consecuencia de una enfermedad primaria o principal. En esta variedad, el exceso de sudoración se da en todo el cuerpo y puede deberse a distintos problemas, tales como la diabetes, la menopausia, problemas en glándulas tiroideas, bajos niveles de azúcar, trastornos del sistema nervioso, diversas infecciones o algún tipo de cáncer. También puede deberse a la toma de ciertos medicamentos que lo provoque o la abstinencia de opioides.

Soluciones para el sudor en exceso

Hay que tener en cuenta que el sudor, por sí solo, no huele, siendo las glándulas ecrinas las responsables de su generación; en cambio, cuando actúan las apocrinas, se genera un sudor consistente en otras sustancias, además del agua, que son responsables del olor desagradable.

Cuando una persona sufre hiperhidrosis, sea por el motivo que sea, necesita tratarlo porque puede ser un problema, ya no solo para sí mismo, sino en un panorama social o, incluso, profesional. 

Las principales soluciones para el exceso de sudoración pasan por las siguientes medidas:

  • Agua fría: la baja temperatura del agua puede contribuir a sudar menos.
  • Desodorante: en caso de que tu sudor sea del tipo que desprende olores desagradables, no te apliques desodorante con aroma, ya que la mezcla puede ser aún peor. Opta por los productos de barra o transparentes.
  • Antitranspirante: estos productos son recomendables pero solo de forma moderada, ya que puede evitar el crecimiento de bacterias y, sin embargo, impedir la transpiración, un proceso natural necesario del organismo.
  • Botox: cada vez está más extendida la inyección de toxina botulínica en las glándulas responsables del exceso de sudoración, aunque es cierto que eso solo lo puede valorar un especialista.
  • Medicamentos: existe una serie de fármacos que pueden prevenir la estimulación de glándulas sudoríparas, aunque, al igual que el botox, también debe estimarlo un especialista para saber si es conveniente en cada caso particular.

Estas son algunas de las pautas más importantes para conocer a fondo el exceso de sudoración y sus orígenes, así como las distintas medidas para acabar con él de forma efectiva y segura.

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