La ciencia avanza cada vez más rápido para dar soluciones efectivas a un hecho que preocupa mucho a la población: la calvicie.
Los primeros síntomas de la alopecia son visibles cuando se produce una excesiva caída de cabello o percibimos tener un volumen con menos densidad. Y aunque no todas las pérdidas capilares son patológicas ya que podría tratarse de un «Efluvio Telógeno» (alteración del ciclo de crecimiento del cabello) lo más importante es acudir a un especialista para que nos indique qué tipo de patología padecemos y cuáles son los tratamiento más adecuados.Siempre dentro del marco de la medicina, ya que los preparados cosméticos nunca podrán solucionar una enfermedad en el cuero cabelludo.
No todas las alopecias son hereditarias, ya que muchas de ellas son adquiridas y pueden deberse a factores hormonales. En el caso de las alopecias adquiridas revertir la patología hace que volvamos a disfrutar de una salud capilar y mantengamos nuestro cabello. Cuando es hereditaria, también llamada androgénica o androgenética además de su tratamiento inicial, necesitará de un mantenimiento de por vida. En casos muy avanzados de alopecia, es decir, cuando existen zonas despobladas de cabello y el folículo ha cicatrizado sólo podemos hacer un trasplante capilar.
En los primeros síntomas de alopecia, pronunciación de entradas en el varón, falta de densidad en la parte de la coronilla es recomendable acudir a un especialista, ya que mantener el cabello es relativamente sencillo, extraer de dónde no hay es más complejo y en ocasiones inviable por la cicatrización folicular.
Existen numerosos tratamientos médicos encaminados a regular la actividad folicular y reforzar la misma, que son complementarios a medicación vía oral ó el uso prolongado del Minoxidil.
Este último medicamente genera incertidumbres en los usuarios, ya que el pensamiento «popular» radica en que cuando deja de usarse el pelo nuevo nacido vuelve a caerse. Esto es incierto completamente. Pongamos un ejemplo, ningún medicamento al igual que los antibióticos pueden suspenderse -de golpe- requieren una paulatina dosificación, es muy importante que esta suspensión se haga de la mano de una clínica capilar ya que será el dermatólogo el que pautará los días en los que se alterne la medicación hasta su final supresión. Si dicho paciente deja el minoxidil vía tópica pero mantiene la toma de Finasteride, no verá alterada su densidad capilar ni perderá cabello en el futuro, siguiendo siempre unas correctas pautas de higiene capilar y el control periódico con su especialista. Esto en lo referente a alopecia androgenéticas. Ya que el resto de ellas, no precisarán de medicación de por vida, tan sólo controles rutinarios en las estaciones más peligrosas del año como son primavera y Otoño donde se realiza la mayor muda capilar del año.
Existen más de 100 tipos diferentes de alopecia, por lo que el diagnóstico temprano es de vital importancia. Reconocida la causa que nos está acelerando la caída capilar se aplican las técnicas y los tratamientos tópicos y/ú orales indicados en ese paciente.
La glándula sebácea juega un papel importante en las alopecias tanto en el hombre como en la mujer produciendo un deterioro de la salud del cuero cabelludo, en ocasiones cursado con caspa, descamación seborreica y picores. Tiene fácil solución a través de fórmulas antiseborreicas médicas que combaten esta glándula que hormonalmente y por causas también hereditarias se ha desarrollado en un nivel superior al normal.
Hay alopecias particulares que precisan de tratamientos más concretos como son las alopecias areatas (autoinunes) y cada vez más frecuente en mujeres la alopecia fibrosante (también llamada de la diadema). Son de causa desconocida aunque cada vez más están asociadas a un hipotiroidismo. Es por ello, por lo que previo o durante un tratamiento capilar lo primero es solicitar una completa analítica sistemática y hormonal para descartar esos factores tanto en las hereditarias como en las adquiridas.
El hierro y la ferritina (almacén de hierro en sangre) también juegan un papel fundamental en el crecimiento y salud capilar y debemos controlar de cerca estos niveles y ver si es preciso medicar al paciente con hierro ya que es el principal alimento de nuestro cabello.
Las infiltraciones también están dando buenos resultados, pero siempre bajo un cuero cabelludo sano y con un folículo fuerte. Nuestra recomendación previa a un tratamiento con plasma o vitamínico es cerciorarnos de nuestro previo diagnóstico y tener presente que no existen patologías añadidas a nuestro cuadro de alopecia producida por excesos seborreicos, caspa, caída o alopecias androgénicas.
El láser de baja potencia activa el colágeno y la circulación sanguínea del cuero cabelludo facilitando la absorción del medicamento suministrado vía tópica bajo una vasodilatación del mismo. Pero lo principal es la fórmula depositada
en el cuero cabelludo ya que sin ella los tratamientos con láser son poco eficaces. Respecto al lavado del cabello, lo recomendable si intuimos un proceso patológico de grasa, caída o alopecia androgenética es un máximo de 3 lavados semanales y con productos de higiene -sin química- perjudicial para el cabello.
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