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Según los datos del Servicio de Cardiología del Hospital Quirón de Barcelona (España) el 2-5% de la población sufrirá pericarditis en algún momento de su vida. Esta afección del corazón tiene consecuencias que van desde leves a potencialmente mortales por lo que conviene estar alerta sobre sus síntomas. A continuación encontrarás información detallada sobre qué es la pericarditis, sus causas, síntomas, tratamiento y otros aspectos esenciales de la patología.
¿Qué es pericarditis?
Llamamos pericarditis a la inflamación del pericardio, la membrana que cubre el corazón. La pericarditis puede tener varias causas, tanto infecciosas como no infecciosas. Por ejemplo, puede ocurrir debido a una infección por microorganismos como virus, bacteria u hongos, o puede un trastorno autoinmune que cause la inflamación pericardial, pero en la mayoría de los casos, la causa permanece sin identificar (pericarditis idiopática).
Si bien la pericarditis puede afectar tanto a hombres como a mujeres, se encuentra con mayor frecuencia en hombres que tienen entre 20 y 50 años.
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma principal de la pericarditis es un dolor punzante repentino y agudo, en el pecho, detrás del esternón. Otras personas describen el dolor como dolor sordo o una sensación de presión. El dolor puede variar de leve a severo y por lo general empeora cuando el paciente está tumbado, tose o come. Por el contrario, sentarse o inclinarse hacia delante alivia el dolor.
Dependiendo de la causa subyacente también pueden experimentarse otros síntomas, entre los que se incluyen:
- Fiebre leve
- Dificultad para respirar tumbado
- Fatiga
- Náusea
- Tos seca
- hinchazón de las piernas o el abdomen
A pesar del dolor en el pecho, el daño subyacente al corazón suele ser mínimo. La pericarditis no suele causar problemas serios y la mayoría de las personas mejora en un plazo de 7 a 10 días.
Tipos de pericarditis
Dependiendo de la duración de los síntomas se diferencian tres tipos de pericarditis:
Pericarditis aguda
La pericarditis aguda se desarrolla repentinamente y sus síntomas duran menos de tres meses (con tratamiento, los síntomas normalmente desaparecen en una semana). Se cree que la mayoría de los casos de pericarditis aguda son el resultado de una infección viral. Sin embargo, las pruebas actuales son insuficientes para confirmar este extremo.
Las infecciones virales asociadas con pericarditis aguda incluyen:
- Infecciones como el resfriado común o la meningitis viral, que son causadas por un grupo de virus conocidos como enterovirus
- Infecciones causadas por adenovirus, como neumonía o bronquitis
- Fiebre glandular
- Infecciones causadas por el citomegalovirus
- Infecciones virales por herpes simple (herpes labial o herpes genital)
- Influenza
- Virus de la bofetada
- Hepatitis C
- VIH y SIDA
Pericarditis recurrente
Ocurre cuando alguien tiene episodios repetidos de pericarditis aguda. Se estima que una de cada cuatro personas con antecedentes de pericarditis aguda desarrollará la forma recurrente.
La causa exacta de la pericarditis recurrente no está clara, pero se cree que puede deberse a fallos en el sistema inmune (la defensa natural del cuerpo contra la infección) que reacciona erróneamente a una infección previa.
Hay dos tipos principales de pericarditis recurrente:
- Pericarditis incesante: Los síntomas se desarrollan una vez que se suspenden los medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Los síntomas comienzan dentro de las seis semanas posteriores al retiro del tratamiento.
- Pericarditis intermitente: El paciente pasa largos períodos de tiempo sin ningún síntoma (a menudo muchos meses o algunas veces años) antes de que los síntomas vuelvan a aparecer sin previo aviso.
Pericarditis crónica
Una complicación de la inflamación pericardial, en la que los síntomas duran más de tres meses. La pericarditis crónica puede ser el resultado de un problema de salud subyacente, como la tuberculosis, pero en la mayoría de los casos no se puede encontrar una causa obvia. Los síntomas de la pericarditis crónica suelen ser más leves que los de la aguda.
Diagnóstico
El médico podría sospechar de la existencia de pericarditis en función de los síntomas, historial de infección y hallazgos del examen físico. Si el paciente tiene pericarditis, su médico puede escuchar lo que se denomina frote pericárdico, un ruido áspero o rechinante, cuando ausculta su corazón con un estetoscopio.
El diagnostico se confirma con un electrocardiograma (ECG). Durante un ECG, se colocan electrodos en la piel para medir la actividad eléctrica del corazón.
Otras pruebas que se pueden hacer incluyen:
- Exámenes de sangre
- Cateterismo cardíaco
- Radiografía de tórax
Tratamientos para pericarditis
El tratamiento de la pericarditis consiste principalmente en tratar la causa subyacente de la enfermedad. La pericarditis no suele ser una afección grave y, a menudo, se puede tratar de forma ambulatoria, por lo que no es necesario ingresar al hospital.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
La mayoría de los casos de pericarditis se pueden tratar con éxito con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Los AINE funcionan al reducir la inflamación del pericardio. También alivian el dolor en el pecho.
El ibuprofeno es el AINE de primera elección. La excepción es si recientemente ha tenido un ataque al corazón, ya que el ibuprofeno puede interferir con la curación del corazón. En tales circunstancias se recomendará una dosis alta de aspirina.
Colchicina
La colchicina es un medicamento adicional que se puede usar si:
- Los síntomas no responden a los AINE
- El paciente no puede tomar AINE por culpa de una patología previa
La colchicina es útil porque destruye algunas de las células del sistema inmunitario que causan inflamación, por lo que puede reducir la inflamación del pericardio. Sus efectos secundarios son más graves que los de los AINE e incluyen:
- Dolor abdominal
- vómitos
- Diarrea
Por suerte estos efectos secundarios mejoran una vez que su cuerpo se acostumbra a la medicación.
Corticoesteroides
Por lo general, los corticoesteroides solo se administran cuando los síntomas no responden a los AINE y la colchicina, o existe una acumulación de líquido dentro del pericardio, que podría poner en riesgo el corazón.
Los corticosteroides bloquean los efectos del sistema inmune, lo que lleva a una reducción de la inflamación. Son medicamentos poderosos y pueden tener una variedad de efectos secundarios, especialmente si se usan por un período prolongado de tiempo.
Los efectos secundarios de los corticosteroides incluyen:
- Aumento de peso
- Adelgazamiento de la piel
- Cambios de humor
- Aumento de la sudoración
- Mayor vulnerabilidad a la infección
Si los síntomas son particularmente severos y no responden a la medicación, entonces se puede recomendar un tipo de cirugía conocida como pericardiectomía. Esto implica que el cirujano haga una gran incisión en su pecho y extirpe parte o todo su pericardio.
Otras acciones que se prescriben en el tratamiento de la pericarditis son:
- Reposo en la cama
- Diuréticos para ayudar a disminuir la acumulación de exceso de líquido en el cuerpo
- Si hay una acumulación severa de líquido, se realiza un pequeño corte en el pericardio para permitir el drenaje del líquido. Este procedimiento se conoce como pericardiocentesis
Recomendaciones y consejos
Algunos consejos preventivos para evitar la pericarditis son los siguientes:
- Mantener un estilo de vida y una dieta saludables puede ayudar a minimizar las posibilidades de contraer infecciones.
- Ponerse en tratamiento en caso de sufrir afecciones autoinmunes subyacentes y otros trastornos.
- Asegurarse de que las heridas / cortes abiertos estén limpios y cubiertos, para evitar que los patógenos ingresen al cuerpo.
- Si una persona tiene un sistema inmune debilitado, seguir un tratamiento para estimular el sistema inmunitario puede ayudar a prevenir la pericarditis.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el pericardio?
El pericardio es una membrana de doble capa en forma de saco que rodea el corazón. Las dos capas están separadas por alrededor de 35 ml de fluido pericárdico que lubrica los tejidos internos y reduce la fricción producida por la actividad del corazón. Este saco tiene cuatro funciones importantes, actuando como:
- Un amortiguador: que protege al corazón de lesiones y cambios en la presión sanguínea
- Un lubricante: el fluido dentro del pericardio protege al corazón de la fricción, lo que le permite bombear fácil y eficientemente.
- Un ancla: ayuda a mantener el corazón en su sitio.
- Un protector: Protege el corazón de las infecciones que surgen en otros órganos.
Debido a su importante función en la protección y regulación del corazón, la inflamación del pericardio puede provocar rápidamente dolor severo en el pecho, a pesar de que el daño subyacente al corazón suele ser mínimo.
¿En qué se diferencia la pericarditis de una angina de pecho?
El dolor de la pericarditis dura horas o días y no mejora cuando descansa. Es diferente de un tipo de dolor en el pecho llamado angina, que solo dura poco tiempo y generalmente mejora con el descanso.
¿Cuáles son las complicaciones de la pericarditis?
En algunos casos, la pericarditis puede desencadenar una complicación grave conocida como taponamiento cardíaco. Esto es una acumulación excesiva de líquido dentro del pericardio. El exceso de líquido ejerce demasiada presión sobre el corazón, por lo que éste no puede latir bien. El taponamiento cardíaco puede ser potencialmente mortal y requiere tratamiento inmediato.
La pericarditis constrictiva crónica es otra afección que puede desarrollarse si la pericarditis no se trata durante un período prolongado. Cuando el pericardio continúa experimentando inflamación durante un período prolongado, comienza a desarrollar tejido cicatrizal. Esto hace que pierda su flexibilidad y se vuelva más rígido. Por lo tanto, ahora el corazón no puede llenarse como antes. Como resultado, los pacientes experimentan hinchazón severa en las regiones de los brazos y las piernas junto con dificultad para respirar, fatiga y cierto grado de dolor en el pecho.